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» » Rusia, la primera potencia en levantar una sanción contra Irán, despierta críticas de Estados Unidos e Israel

(14/04/15 - Rusia)-.Dos semana después de que las principales potencias del mundo sellaran un acuerdo marco con Irán por su programa nuclear, Rusia levantó una de las sanciones que pesaba sobre Teherán y desbloqueó el envío de misiles antiaéreos a la República Islámica.
 
El Kremlin informó que el presidente Vladimir Putin eliminó la prohibición, que estaba vigente desde septiembre de 2010 y había sido firmada por el entonces presidente Dmitri Medvedev, en el marco de la resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU, que impuso un bloqueo militar a la potencia persa.

"Estamos convencidos de que en esta etapa la necesidad de un embargo de esta naturaleza, en particular de un embargo ruso separado voluntario, perdió todo su sentido"
Sergei Lavrov, canciller ruso La decisión de Putin permitirá que cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300 puedan ser enviadas desde Rusia a la República Islámica, según consignó la agencia de noticias EFE.

"Estamos convencidos de que en esta etapa la necesidad de un embargo de esta naturaleza, en particular de un embargo ruso separado voluntario, perdió todo su sentido", explicó el canciller ruso Serguei Lavrov desde Moscú, citado por la agencia de noticias local Interfax.

Como segundo paso, la Cancillería ruso pidió hoy también avanzar con la suspensión de las sanciones comerciales, financieras y militares impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU y, por lo tanto, respetadas por todos los países miembros.

Pero ese es el punto más sensible y más discutido del acuerdo marco que alcanzaron en Suiza el 2 de abril pasado las seis principales potencias del mundo -Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania- e Irán.

El acuerdo marco prevé limitar el programa de enriquecimiento de uranio iraní y supervisarlo por un periodo de hasta 25 años, y establece que el 95% del uranio ya producido sea diluido o enviado al exterior.

Asimismo, el texto contempla que la Organización Internacional para la Energía Atómica (OIEA) realizará "controles estrictos" de la evolución del programa iraní durante las próximas décadas. A cambio, las potencias y la ONU deben levantar las sanciones contra Teherán.

Mientras parece existir un consenso sobre estos puntos, declaraciones públicas de los últimos días demuestran que Estados Unidos e Irán tienen una interpretación distinta sobre cómo deben ser levantadas las sanciones.

El primero dice que las penalidades deben retirarse gradualmente cuando Teherán empiece a cumplir con el acuerdo y el segundo reclama que lo hagan de una sola vez, luego que las potencias y la República Islámica firmen el texto final del acuerdo en Suiza en dos meses y medio.

Washington reiteró hoy su posición y cuestionó la decisión de Putin.

"No creemos que sea constructivo en este momento que Rusia siga adelante con ello (...). Dadas las acciones desestabilizadoras de Irán en la región, en lugares como Yemen, Siria o el Líbano, éste no es el momento de venderles este tipo de sistemas", sostuvo la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, en su conferencia de prensa diaria.

La funcionaria explicó que el secretario de Estado, John Kerry, habló hoy por teléfono con su par ruso, Lavrov, y le expresó su desacuerdo, pero destacó que esta diferencia "no pone en peligro" las negociaciones nucleares en Lausana, Suiza.

En una aparente respuesta a esta llamada, Lavrov explicó en Moscú que las baterías antiaéreas que exportarán a Irán "tienen un carácter exclusivamente defensivo" y no son aptos para fines ofensivos, por lo que "no serán una amenaza para ningún Estado de la región, incluido, por supuesto, Israel".

Desde Teherán también descartaron los miedos expresados por Washington.

"El desarrollo de la cooperación bilateral (con Rusia) y con otros países vecinos en varias áreas puede ser muy efectivo para conseguir una estabilidad y una seguridad durables en la región", sostuvo el ministro de Defensa iraní, Hossein Dehgan, citado por la agencia de noticias local IRNA.

Los S-300 son similares a los Patriot estadounidenses y capaces de seguir y abatir varios blancos simultáneamente a alturas de hasta 27 kilómetros, con un alcance de hasta 200 kilómetros.
Estas baterías antiaéreas móviles son mucho más eficaces que los también sistemas antiaéreos Tor M-1, que Irán compró a Rusia por 700 millones de dólares en 2005, contrato que Israel entonces describió como una "puñalada en la espalda".

También esta vez, la venta de armas de Moscú a Irán provocó el repudio total de Tel Aviv.

"Aunque Irán reniega artículo tras artículo del acuerdo marco anunciado la semana pasada, la comunidad internacional comenzó a aliviar las restricciones" que había impuesto a Teherán, advirtió el ministro de Inteligencia y Asuntos Estratégicos israelí, Yuval Steinitz, en un comunicado difundido por su oficina.

"En lugar de que la comunidad internacional le exija desistir de su actividad terrorista en Medio Oriente y por todo el mundo, se le permite rearmarse con avanzados sistemas que sólo incrementarán sus agresiones", agregó Steinitz.

Pese a ser un férreo aliado de Estados Unidos, el gobierno israelí rechazó de forma tajante el acuerdo marco consensuado por las potencias y Teherán en Lausana, y reclama que la comunidad internacional mantenga intacta las sanciones contra la República Islámica.

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