El encargado de anunciar la noticia fue el propio titular de Arsat y yerno del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad. De Loredo expresó: “Arsat necesita autofinanciamiento porque nos encontramos con una empresa que tiene cosas buenas pero con un desmanejo de los fondos. Y en este camino buscamos la incorporación de socios colaborativos”.
“Llegamos y nos encontramos con que habían lanzado el Arsat II sin haber comercializado absolutamente nada. Ahora estamos presentando los permisos para vender la pisada del satélite”, dijo al diario El Cronista.
Sin embargo, en diálogo con Radio Del Plata el ex titular de Arsat, Matías Bianchi, aseguró que ya estaban vendidos servicios por el 30 por ciento de la capacidad del satélite, lo que consideró un “buen número”. Además dijo que para fines de este año planeaban comercializar servicios por el 80 por ciento del total.
“Hay una contradicción porque por un lado dicen que es necesario el autofinanciamiento y por el otro dicen que no hay que competir con los privados”, agregó Bianchi.
Por otra parte, El Cronista asegura que “aunque Aguad y De Loredo lo nieguen, hay voces en el sector privado local que le ven poco futuro a la empresa estatal”.
El ARSAT-3 estaría localizado en el slot geoestacionario en la longitud 81° Oeste y su cobertura sería todo el continente americano. El mismo estaba diseñado para dar Internet en banda KA, que permite dar un servicio a un costo similar a CL, para complementar la red de fibra óptica y cubrir los baches.
Argentina es el único país en el hemisferio sur que tiene industria satelital y forma parte de un selecto grupo de 10 naciones en todo el mundo. El ambicioso plan para la construcción de satélites comenzó con la finalidad de no perder las órbitas asignadas a Argentina en el espacio de las telecomunicaciones.
El “Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035” aprobado por el Congreso nacional prevé “desarrollar y lanzar una serie continua de ocho nuevos satélites geoestacionarios de telecomunicaciones en los próximos 20 años”.
