“Mientras agradezco a Dios por no haber sufrido daño corporal (…) he sentido ira, frustración, tristeza y humillación por el hecho de que yo esté en la mira, nada más que por ser yo mismo”, dijo el miércoles Tim Scott, así como sus experiencias de ser objeto de mayor investigación en Washington como un legislador afroamericano.
En un caso, el senador republicano aseveró, un policía sugirió que el coche que conducía podría ser robado. En otro, Scott indicó que fue seguido por la policía a través de varios semáforos solo para hacerse a un lado y luego los policías le dijeron que había olvidado de usar su señal de giro.
“En muchas ciudades y pueblos de todo el país, hay una profunda división entre la comunidad negra y los cuerpos policiales ―una falta de confianza, una tensión que ha estado creciendo durante décadas”, precisó.
Y como un funcionario electo, Scott añadió, que no se le permitió entrar el año pasado al edificio donde se encuentra su oficina, incluso cuando llevaba el alfiler sobre su solapa, lo que muestra su estatus como miembro del Congreso.
Sus comentarios se produjeron después de que los agentes de la policía mataran a dos afroamericanos, identificados como Alton Sterling y Philando Castilla, en los estados de Luisiana (sur) y Minnesota (medio oeste).
La Policía de la ciudad de Fresno, en el estado occidental de California, también ha publicado este jueves un video sobre dos agentes, que el pasado 25 de junio mataron a Dylan Noble durante un control de tráfico.
El diario estadounidense The Washington Post reveló el sábado que en lo que va del año 2016, la Policía de Estados Unidos ha matado a 512 personas por disparos, entre ellos 35 desarmados y 124 enfermos mentales.
