En plena etapa de mudanza a lo que será su la nueva casa de gobierno del macrismo, el nuevo Presidente ya decidió modificar la estructura de oficinas y salones dentro de la Casa Rosada. Luego de sus primeros días en su oficina y de la primer impresión, Mauricio Macri mandó a modificar sustancialmente ciertos rincones del edificio.
La primer víctima fue el Salón de las Mujeres. Según informa Mariana Verón en su crónica para La Nación, "lo único que sobrevivió fueron los cuadros de homenaje a las mujeres destacadas del Bicentenario que colocó la ex presidenta, el resto de la estética cristinista pasó a formar parte del material de descarte". Además, ya poblaron dicho salón con escritorios y sillas, para poder ubicar allí distintas oficinas.
Según dijeron en los medios distintos miembros de Cambiemos, en los primeros días se sorprendieron por el estado de abandono de algunas partes del histórico edificio y por la superpoblación de empleados en las oficinas. Sin embargo, no creen posible que en los últimos años los funcionarios hayan trabajado en ese estado, sino que lo atribuyen a que muy posiblemente muchos "ñoquis" hayan querido figurar en los últimos días.
Otro de los ambientes que el macrismo le dará más utilidad será la sala de conferencias del último piso, sala que utilizó casi únicamente Capitanich en su paso por la jefatura de Gabinete. Fue allí donde los ex candidatos presidenciales hablaron luego de sus respectivas reuniones con Macri. "Las buenas noticias saldrán de la Casa Rosada", explicó a La Nación un hombre de la comunicación Pro.
Además, Macri pidíó que liberasen un despacho para que se instalara la vicepresidenta, Gabriela Michetti. Finalmente la oficina que le tocó fue la que era del jefe de la Casa Militar.
