Las excavadoras que trabajaban frente a la iglesia de San Vittore, cerca de las entradas al Museo de Ciencia y Tecnología, encontraron un obstáculo: un verdadero muro de piedras que, según los primeros estudios, pertenecen a la época romana.
Los arqueólogos de la Superintendencia de Milán están contentos por el descubrimiento más importante realizado desde la construcción de la nueva línea de metro.
Una parte del mausoleo de Maximiano, construido en el siglo IV después de Cristo, ya había salido a la luz, por lo que los arqueólogos pudieron, con cierta rapidez, decir a qué edificio antiguo pertenecía este descubrimiento.
El suntuoso mausoleo, era un recinto poligonal que protegía una necrópolis cristiana. Las murallas delimitaban una gran área y estaban equipadas con torres semicirculares y una entrada imponente en las esquinas.
El mausoleo, de planta octogonal con lados de más de 7 metros, tenía en su interior ocho nichos semicirculares y rectangulares alternos y un pavimento de ladrillo decorado. La planta superior tenía que estar equipada con una galería construida en el grosor de las paredes, enriquecida con mosaicos.
Entre los siglos IX y X, el edificio se transformó en una capilla de S. Giorgio y se anexó a la iglesia de S. Vittore al Corpo, hasta que cuando fue reconstruida en el siglo XVI, fue demolida. Los restos de la antigua área entre el actual Museo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Basílica de S. Vittore al Corpo fueron sacados a la luz por excavaciones realizadas en la segunda mitad del siglo XX.
Así se puede ver parte de las paredes de la estructura fortificada que rodeaba la necrópolis, alrededor de una cuarta parte del mausoleo y una serie numerosa de tumbas tanto paganas, con pequeños equipos funerarios, ambos cristianos.
Por Ana Serrano, artdecool
