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» » Un diminuto fósil se convierte en la madre más antigua del planeta

(26/12/15 - Paleontología)-.Un diminuto fósil con forma de camarón, que vivió hace 508 millones de años, se ha convertido en la 'madre' más antigua del planeta.

Se trata de la primera evidencia registrada del cuidado de la prole: dentro de su cuerpo tiene 24 huevos fosilizados con embriones preservados.

El descubrimiento de este espécimen, que pertenece a la especie Waptia fieldensis, se remonta a 1912, cuando los investigadores lo encontraron junto con otros ejemplares en el Esquisto de Burgess, un yacimiento de fósiles del período Cámbrico situado en las Montañas Rocosas de Canadá.

Al revisar los casi 2 000 fósiles de esta especie que hay en el Museo Real de Ontairo y el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian, los investigadores localizaron cinco ejemplares con huevos en el interior.

El estudio, publicado en la revista Current Biology y liderado por Jean-Bernard Caron, investigador de paleontología invertebrada en el Museo Real de Ontairo, supone un hito fundamental para el estudio y la comprensión de las prácticas de cuidado de las crías durante la 'explosión cámbrica', un período de rápido desarrollo evolutivo en el que aparecen fósiles de los grupos más importantes de animales.

El Waptia fieldensis es un ancestro de los artrópodos modernos. El análisis al microscopio de este espécimen ha revelado su estructura corporal. Tiene un caparazón bivalvo que cubre la parte frontal de su cuerpo, y los huevos se encontraban en la parte inferior de esa concha, lo que indica que la estructura facilitaba el transporte de los huevos, permitiendo el cuidado de las crías, según afirma Caron.

Los investigadores comparan el Waptia fieldensis con otro antiguo artrópodo, el Kunmingella douvillei, un espécimen de 515 millones de años descubierto en China, también con huevos en su interior, pero sin embriones. Además, los huevos estaban acoplados en los apéndices, en una zona más baja del cuerpo.


El gran tamaño de los huevos y el escaso número de ellos en el Waptia fieldensis contrasta con el alto número de huevos pequeños encontrados en este otro artrópodo bivalvo, un hecho que permite acercarse a las diversas formas en las que evolucionó el cuidado de las crías durante el Cámbrico. 

La concha bivalva también juega un papel importante en la reproducción de los artrópodos, ya que esta estructura también está presente en otras especies que transportan huevos, como los ostrácodos, que datan de hace 450 millones de años.

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