La jueza Carolina Scoccia, a cargo del juzgado de familia número 5 de Viedma, otorgó la adopción plena de un niño que tendrá el apellido de su madre materna y el de su pareja, que también es mujer.
La información indica que "hasta el momento el niño sólo tenía el apellido de su madre biológica", y que "su padre no reconoció la paternidad", por lo que la jueza accedió al pedido de adopción formulado por la pareja de la madre y dio curso, con el dictamen favorable del agente fiscal y de la defensora de menores e incapaces, "quienes no tuvieron objeciones que formular".
Scoccia, destacó que "el niño fue escuchado" y explicó que "en estas circunstancias, unidas y con acuerdos de crianza, ejercen de manera mancomunada funciones parentales respecto del niño, evidenciando apego y afecto en el lazo creado".
La jueza afirma que "se favorece un crecimiento infantil armonioso que permite desarrollar capacidades personales y adquirir habilidades sociales; un escenario en el que consolidar legalmente los vínculos establecidos ya naturalmente, asegurará al niño una red parental que lo contiene y que él reconoce como propia".
Por último, en su sentencia la magistrada manifestó que "en el caso de que en un futuro el niño quiera conocer sus orígenes biológicos respecto a su línea paterna, ambas madres deberán colaborar a que logre dicho fin".
