"En un contexto en el que se habla mucho de fin de ciclo, Ecuador parece no darle la razón a los augureros del desastre de la izquierda en América Latina", ha dicho el canciller ecuatoriano durante un desayuno informativo en la capital de España, Madrid, donde ha sido presentado por su homólogo español, José Manuel García-Margallo.
El ministro del Gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa ha destacado que, tras casi diez años en el poder, el mandatario cuenta "con el 55 o el 60 por ciento de la aprobación a pesar del periodo que estamos viviendo".
En este contexto ha enfatizado que los ecuatorianos habían perdido la autoestima, pero, ahora uno de los proyectos más exitosos de Ecuador es el de la recuperación de la esperanza tras una década (1996-2006) con una tremenda inestabilidad política y una gran crisis económica.
Tras destacar que en la actualidad la Constitución ecuatoriana es una de las más avanzadas del mundo, ha señalado que el Gobierno busca terminar con la desigualdad y, de hecho, ha sido el que más ha logrado reducir este mal en la región más desigual del planeta.
En cuanto al proyecto político del país, el canciller ha definido el Gobierno de Correa como una "revolución ciudadana que se inició en 2007".
Por su parte el canciller español, ha calificado a la relación política de Madrid con Quito de "intensas y amistosas", aunque ha reconocido que, en materia económica, todavía no alcanzan las dimensiones que deberían."Las relaciones políticas con Ecuador son especialmente intensas y amistosas", ha sentenciado.
Correa llegó al poder en enero de 2007 al frente de un proyecto político denominado Revolución Ciudadana, que identifica con el socialismo reiteradamente, y dejará el cargo en 2017 y, según el mismo, no será candidato en las elecciones presidenciales de febrero del próximo año.
