(
Un emotivo acto se realizó en Ensenada, donde hubo combates entonces, cuando marinos de la adyacente base de Rio Santiago se sublevaron, y la policía y la aviación leal los reprimieron.
Según una investigación inconclusa del Archivo Nacional de la Memoria (ANM), entre el 16 y el 20 de septiembre de aquél año, cuando Perón se refugio en una cañonera paraguaya, hubo un mínimo de 150 muertos, cantidad que bien podría duplicarse.
Gioja apeló a su memoria para relatar las últimas horas de Perón en la Presidencia y relató que “un 16 de septiembre, pero de 1955, una minoría selecta, que se resistía a que los sectores trabajadores, asalariados y sobre todo, los más humildes, tuvieran una mejor calidad de vida protegidos por un gobierno surgido de las urnas y con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo de la Nación”.
En ese sentido, continuó: “Así fue entonces que un pequeño grupo de militares de las tres armas -liderados por Eduardo Lonardi e Isaac Rojas-, reunidos en un sótano, decidió ponerle fin al gobierno del general Juan Domingo Perón, dejando un tendal de muertos y heridos en la Plaza de Mayo, y un sinnúmero de destrozos en las calles”.
“Los peronistas que tenemos algunos años recordamos aquellos años aciagos, de persecución, proscripción, censura y muertes y sobre todo recordamos a un hombre, un líder mundial de su época, un estadista que supo interpretar a su tiempo y proyectarlo para pensar un país mejor para las generaciones venideras, al que no le permitieron cumplir con su objetivo de llevar a la Argentina al lugar que le corresponde con justicia social, independencia económica y soberanía política”, afirmó.
Gioja reiteró: “El día de hoy debería ser uno de esos que no sólo debe permanecer inalterable en la memoria de los peronistas, sino que debiera estar vivo en la memoria de los argentinos a través de las generaciones”.
En Ensenada
El intendente Mario Secco y su secretario de Derechos Humanos, Carlos Daballani, organizaron un acto en el barrio Campamento, donde aquel 16 de septiembre hubo combates, un avión leal por error tiró una bomba sobre viviendas y hubo dos muertos.
Secco, de origen radical, peto actual militante del Frente para la Victoria rehusó hablar y prefierió escuchar a los oradores.
Entre ellos estuvieron Rodolfo Ortiz, hijo de Cholo, fallecido en aquellas escaramuzas, Enrique Muiño, el ya mencionado Daballani y Gogo Morete, veterano investigador del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y particícipe de una investigacion inconclusa sobre los muertos en los enfrentamentos que tuvieron lugar a lo largo y ancho del país entre el 16 y el 20 de septiembre de 1955.
Télam entrevistó a Morete, que dijo que "la base de muertos que tenemos es de unos 150, pero se trata de una cifra que podría aumentar sensiblemente porque encontramos muchas dificultades para llegara un número definitivo en Córdoba, dónde se combatió".
En Córdoba, dijo Morete, trabajo "un investigador excepcional, Arturo Oviedo, al que el ANM despidió en marzo. A Oviedo no le dejaron tener acceso directo a la documentación o acaso será que esta no existe: es muy difícil investigar pasadas seis décadas en un país que no se caracteriza por conservar sus documentos".
Morete dijo que el primer muerto de las acciones que condujeron a la deposición del presidente Peron fue a las 0:45 del 16 de septiembre en la Capital Federal y se trató de un Policía Federal apellido Altamirano.
Y agregó que aquellos día cruciales también hubo muertos a tiros en Bahía Blanca, La Plata, Mar del Plata, Tornquinst y Rosario donde, dijo, "quizá hayan llegado a la treintena" .
El ANM ha publicado libros detallados -que son informes oficiales del Estado- sobre el bombardeo del 16 de junio de 1955 a la Casa Rosada, la Plaza de Mayo y la residencia pesidencial de la calle AgÑuero (donde está hoy la Biblioteca Nacional) con un saldo de 308 muertos y sobre el Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) aplicado por la Presidencia de Arturo Frondizi contra la oposición peronista y comunista.
La exhaustiva investigación permitió comprobar que el Plan Conintes fue un claro antecedente de la represión genocida desatada por la última dictadura a partir del 24 de marzo de 1976.
Morete dijo que la investigación en curso sobre el derrocamiento de Perón (que cursaba su segunda presidencia, y que volvería a ella a ejercerla ya anciano 18 años y casi tres meses después) tambiñen tiene como destimo ser publicada en forma de libro.
