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» » Por qué la OTAN masacró y destruyó Yugoslavia

(20/12/15 - Agresiones Imperialistas)-.La OTAN (USA, Francia, Reino Unido...) asesinó a más de 2.000 civiles, 88 de los cuales fueron niños; además de dejar 6.000 heridos, durante dos meses y medio de ataques y bombardeos incesantes.

Estamos a casi 16 años del inicio de los infames bombardeos de la OTAN en la República Federal de Yugoslavia (ex-República Federal Socialista de Yugoslavia), un estado que existió desde el 27 de abril de 1992 hasta el 4 de febrero de 2003, y que integraban las repúblicas federadas de Montenegro y Serbia. 

Tras décadas de intervención occidental, se logro el objetivo de demoler Yugoslavia hasta hacer desaparecer su nombre. Hoy se llama Serbia y Montenegro.

78 días de bombardeo
Aviones y misiles de crucero de la OTAN bombardearon Yugoslavia en 1999.

Nadie, ni como persona individual ni como entidad, ha respondido nunca (ni lo hará) por el bombardeo estadounidense a la radio-televisión serbia, que mató a 16 periodistas y técnicos. Tampoco responderá nadie por los bombardeos con bombas de fragmentación del mercado de Nis, que masacró a civiles inocentes. Durante todos estos años nadie ha asumido responsabilidad ninguna por la utilización de armas de uranio empobrecido o por los bombardeos a las plantas petroquímicas y que provocaron el vertido masivo de productos tóxicos al Danubio. No habrá condena por el ataque deliberado a un tren civil de pasajeros, o por el bombardeo de la embajada china en Belgrado.

Y es que durante la bautizada Operación Fuerza Aliada, que duró 78 días entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999, la OTAN lanzó un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y 14.000 bombas sobre el territorio de Yugoslavia. Sólo en la capital, Belgrado, cayeron 212 bombas.(1)

Mas de de 2.000 civiles muertos, 88 niños entre ellos y mas de 6.000 heridos dejaron como rastro estos dos meses y medio de ataques aéreos incesantes.

Entre sus hazañas, como recalcabamos antes, bautizadas como “víctimas colaterales”, el 12 de abril de 1999 la OTAN bombardeó un tren de pasajeros que pasaba por un puente en las cercanías de la ciudad de Niš. El día 7 de mayo de 1999 fue bombardeado todo el centro de Niš, por el espacio entero entre los dos puentes sobre el río Nišava, el mercado y la estación de autobuses. Allí murieron 15 personas y al menos 70 fueron heridos.

El 2 de mayo de 1999, la OTAN lanzo bombas de grafito sobre las instalaciones eléctricas en Niš, Kragujevac y Novi Sad. Al día siguiente, 3 de mayo, fue atacada la Central Hidroeléctrica de Bajna Bašta, y el 7 de mayo, otra vez Obrenovac y Belgrado. En total, durante el mes de mayo, ocho veces “cortaron la luz a Serbia”. También bombardearon las centrales térmicas y estaciones de bombeo. Las instalaciones de producción de agua potable en Sremska Mitrovica fueron bombardeadas los días 22 y 23 de mayo. A finales de la guerra, solamente una tercera parte de belgradenses tenía agua de grifo y las reservas de agua potable disminuyeron a una décima parte de la necesaria. (2)

Los bombardeos de la OTAN afectaron cerca de 40.000 casas residenciales, más de 300 escuelas y más de 20 hospitales, entre otros el hospital capitalino Dr. Dragiša Mišović–Dedinje, en un ataque donde murieron 10 personas, afectando a la sección infantil y a la de maternidad con severos daños.

La situación sanitaria se torno catastrófica a solo dos años del ataque,en 2001. Los yugoslavos ya habían sufrido muchas privaciones impuestas desde 1991 por el embargo occidental. Y la situación se volvió aún más difícil debido a las consecuencias derivadas de la grave contaminación provocada cuando la OTAN bombardeó el complejo químico de Pancevo, violando la legislación de guerra.(3)

Otro objetivo militar alcanzado el 23 de abril de 1999 fue la sede de la cadena RTS en Belgrado, impactada y demolida por misiles de crucero, matando a 16 trabajadores del canal, aunque la cadena volvió a emitir desde una localización secreta unas 24 horas después del ataque. Hoy en día, en honor a las 16 víctimas mortales, frente al edificio están plantados 16 árboles.

Fueron bombardeados los puentes, tanto los de carretera como ferroviarios, así que 37 de ellos fueron destruidos o dañados. Las bombas fueron lanzadas por todas partes sin importar mucho las víctimas entre la población. Así fueron alcanzadas 7.643 casas, 300 colegios, 53 hospitales y 50 iglesias y monumentos.

La OTAN tuvo bien claro que el escenario de los medios y de la opinión pública es un frente de guerra tanto o mas importante como puede serlo el teatro de operaciones reales sobre el terreno. El entonces portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon,lo dejó bastante claro:

“La televisión serbia forma parte de la máquina de matar de Milosevic igual que los militares”.

Para el consumo del pueblo español, el ex-presidente cubano e histórico líder Fidel Castro Ruz, pone en boca del ex-Presidente español Jose María Aznar, aquel del famoso “Trío de las Azores“,la siguiente sugerencia:

“Si estamos en una guerra, hagámosla completamente, para ganarla y no sólo un poco. Si necesitamos persistir durante un mes, tres meses, hagámoslo. No entiendo por qué no hemos bombardeado todavía la radio y la televisión serbias”.

Lo hizo en 2003,en una mesa redonda transmitida por la televisión cubana que tuvo lugar el 25 de abril del citado 2003, revelando que el entonces presidente del gobierno español José María Aznar, se había reunido con el presidente William Clinton el 13 de abril de 1999, en un momento incierto de la guerra contra Yugoslavia, dándole el consejo referido.(4)

Destrucción económica
Muchos analistas han coincidido en señalar que el largo proceso de desmembramiento de la República de Yugoslavia, fue una de las primeras guerras de la globalización. Yugoslavia era un extraño obstáculo, tras la desaparición de la URSS y el bloque socialista, para la expansión del capitalismo neoliberal en la conquista de nuevas fronteras. Se trataba de liquidar el sistema económico, fuera de la ortodoxia neoliberal y demasiado de izquierda de Yugoslavia: un sector público fuerte, importantes derechos sociales, relativa resistencia a las multinacionales etc..

Ya a finales de 1989, el FMI había impuesto unas condiciones durísimas a Yugoslavia, cuyo primer ministro liberal, Markovic, había recurrido al FMI ( o sea, a USA) como salvavidas económico. Lo único que consiguió dicha ayuda fue la quiebra y el cierre de las grandes empresas estatales. 

El Banco Mundial desmanteló el sistema bancario, despidió a 525.000 trabajadores en un año y, después, reclamó la supresión de dos de cada tres empleos. Evidentemente, el nivel de vida desciende dramáticamente y es uno de los motivos que conducirán al proceso de desmembramiento de la República Federal.

El 4 de agosto de 1996, el “Washington Post” exponía en su editorial la verdadera razón y, quizás, la explicación más directa y eficaz de las distintas guerras contra Yugoslavia :

“Milosevic no ha logrado comprender el mensaje político de la caída del Muro de Berlín. Otros políticos comunistas han aceptado el modelo occidental, pero Milosevic ha ido en la otra dirección.”

Para concluir, cualquier potencia con aspiraciones globales querría controlar los Balcanes por sus materias primas, su mano de obra extraordinariamente cualificada pero más barata, y sus mercados. Pero, sobre todo, los Balcanes ocupan una posición estratégica frente al Medio Oriente y frente a las reservas de petróleo y de gas del Cáucaso y de las ex repúblicas soviéticas de Asia central. Otro fundamental factor y para no olvidar es el Danubio, que permite a Alemania que ejerza el control de los flujos de mercancías y de materias primas.

¿Por qué había que destruir a Yugoslavia?. El papel de Alemania
Cuando el 17 de febrero de 2008 la independencia de Kosovo fue un hecho palpable, se logro completar un proyecto de larga duración, cuya responsabilidad principal recayó siempre sobre Alemania, más allá de que sean los USA la potencia mas beneficiada con toda la jugada geopolítica que suponía la desintegración del estado yugoslavo.

No sorprende que, en 1992, el ministro bávaro del Interior declarara: “Helmut Kohl ha conseguido lo que no obtuvieron ni el emperador Guillermo ni Hitler”.

Es una historia que arranca en los años 1970, cuando las autoridades políticas de Baviera, bajo la dirección del ministro-presidente Franz-Josef Strauss, empiezan a organizar tomas de contactos con los dirigentes eslovenos y croatas, con un objetivo en el horizonte; separar a los Estados del norte de Yugoslavia para integrarlos a la economía occidental, empezando por subyugarlas a las economías de Austria y Alemania.

(Arbeitsgemeinschaft), Alpen-Adria sera el instrumento del que Alemania se sirve para dar inicio a la desintegración de Yugoslavia, que nace en noviembre de 1978. Dicha agrupación reúne diferentes regiones de varios países; Baviera, varias regiones suizas, austriacas e italianas y, después de la caída del muro de Berlín, las regiones húngaras, así como las provincias del norte de la antigua Yugoslavia.

En épocas en que toda Yugoslavia se sometía a las duras condiciones de “ajuste estructural” del FMI, Alemania aprovecho para propagar la falsa y venenosa idea de que Eslovenia y Croacia, regiones más ricas en comparación con las del sur, tenían más posibilidades de entrar a la Unión Europea, por lo que espolea a ambas regiones para reclamar su independencia y su soberanía, eso si, en el seno de la Comunidad de Trabajo Alpen-Adria.

No tardó en suceder que en junio de 1991, las dos repúblicas del norte de Yugoslavia proclamaron su independencia.

En diciembre del mismo año, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, reconocía explícitamente aquel acto y condicionaba a otros países europeos a seguir sus pasos; era la chispa que faltaba para encender la mecha en el “avispero de los Balcanes”.

Aún se encargaron de echar más gasolina al fuego apoyando a personajes como el neofascista croata Tudjman y al nacionalista musulmán Izetbegovic (colaborador de Hitler en su juventud), con el objeto de sembrar el terror, reviviendo los horribles crímenes cometidos por los fascistas croatas y musulmanes, colaboracionistas de Alemania durante la II Guerra Mundial, entre la importante minoría serbia residente desde hace siglos en Croacia y en Bosnia.

Finalmente, tras la incorrectamente llamada guerra civil, la desintegración de la Federación de Yugoslavia dió lugar a la aparición de diferentes entidades independientes, cuyas fronteras temporales quedaban definidas por los acuerdos de Dayton, firmados en 1995. Sin embargo, el problema no quedó ni mucho menos resuelto en lo que se refería a Kosovo, la histórica provincia serbia.

Intereses estadounidenses
Como una ley no escrita,nunca falla que en cada región del mundo en la que se encuentre una ruta de petróleo o de gas, USA trata de instalar ahí sus bases militares, provocando o incitando para ello conflictos locales, de los que a continuación se presentan como observadores o “pacificadores”. Esta regla esencial explica la mayoría de las guerras emprendidas por USA después de la II Guerra Mundial.

En este caso, se explica por la crucial importancia que reviste el tránsito de los hidrocarburos provenientes del Mar Caspio, más exactamente de Azerbaiyán. Entre los numerosos oleoductos y gasoductos podemos señalar el transbalcánico Burgas-Vlore, el BTC (Bakú, Tbilisi-Ceyhan), Blue Stream, o el ya descartado Nabucco, … en un vano intento de competir con el gasoducto ruso, Southstream.

La política estadounidense consiste en controlar los Balcanes, pasando por el Asia Central hasta el Medio Oriente. Y para lograrlo era necesario una disgregación de los países de toda esa zona transformándolos en una multitud de entidades étnicas y religiosas; ya saben, “divide y vencerás”.

La importancia que reviste la garantía de la seguridad del flujo del petróleo y el gas entre el Medio Oriente y los Balcanes explica también la voluntad de crear una euroregión del Mar Negro (¿les suena algo de esto en relación a Ucrania?).Tras la destrucción de Yugoslavia, la independencia de Kosovo suponía un paso adelante más, ya que, con su base estadounidense, dicha región se ha convertido para Washington en un verdadero portaaviones estacionado en esa zona.

Y no cabe duda que toda la estrategia estadounidense diseñada para la región responde también a otros objetivos geopolíticos más profundos de USA.

Intervenir en Yugoslavia por medio de la OTAN (o sea,USA) significaba también desplazar a Berlín de sus posiciones adquiridas en la región estratégica de los Balcanes, lo que ocultaba también la intención de dividir y debilitar a la Unión Europea, con una guerra y una crisis política tan grande en el corazón de Europa.

Evidentemente, quedo también demostrado que la OTAN se convertiría en el único gendarme del continente europeo, al imponer su liderazgo político y militar para las demás guerras en preparación. Considerándolo en profundidad, la guerra contra Yugoslavia también era una guerra contra Europa, tratando de debilitarla política y militarmente.

En relación a esto último, no podemos olvidar que tras la caída del Muro, los estrategas de Estados Unidos han tratado de impedir a cualquier precio que emergiera una superpotencia europea o en cualquier otra parte del mundo que pudiera hacerle sombra a USA. En esta misma lógica, se trataba, como ahora con Ucrania o con la base de Tartus en Siria, de impedir a Rusia cualquier acceso al Mediterráneo.

Kosovo, el pretexto fabricado
Esa desintegración de la República Federal de Yugoslavia a comienzos de los años 90 provocó, entre otras, la proclamación unilateral de la República de Kosovo por los insurgentes en 1991. Para hacer frente a las intenciones independentistas de los albano-kosovares, las autoridades de Belgrado recurrieron a la fuerza, a la vez que pusieron término al estatuto de autonomía del que gozaba Kosovo desde 1974 dentro de la República Federal de Yugoslavia. Desde 1996 se produce una escalada y se intensifican las operaciones militares (que van desde el asesinato, secuestro, trata de blancas, trafico de órganos, etc… al trafico de heroína) del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) provocando la reacción serbia.

Es entonces, a partir de 1997, cuando Occidente, a través de la OSCE ( Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), trata de forzar a las autoridades yugoslavas para conceder a Kosovo una autonomía casi total. Dado el fracaso de las negociaciones, el 31 de marzo de 1998, EE.UU, Francia y Reino Unido impulsan en el Consejo de Seguridad la resolución 1160, por la que apoyaba el otorgamiento a Kosovo de una “verdadera autonomía administrativa”, a la vez que afirmaba su apoyo a la soberanía y a la integridad territorial de la República Federal de Yugoslavia.

No fue suficiente. Tras una exhaustiva y falaz campaña mediática se acusa a Yugoslavia del uso excesivo e indiscriminado de la fuerza, ocasionando numerosas víctimas y una gran cantidad de refugiados; el Consejo de Seguridad aprobó, el 23 de septiembre de 1998, la resolución 1199, en la cual afirmaba que el deterioro de la situación en Kosovo constituía una amenaza a la paz y la seguridad de la región.

Mediante esta resolución se exigía la reanudación de las negociaciones y el retorno sin condiciones de los refugiados, así como el retiro de Kosovo de las fuerzas de seguridad de la República Federal de Yugoslavia.

Numerosas mentiras mediáticas fueron,en este período, claramente fabricadas por agencias estadounidenses de “relaciones públicas”, como Ruder Finn, compañera de la conocida Hill & Knowlton, que inventó las mentiras mediáticas de las famosas incubadoras “robadas” por los iraquíes durante la primera Guerra del Golfo.

Sin embargo,la negativa de Yugoslavia a aplicar las disposiciones de estas dos resoluciones y la incapacidad del Consejo de Seguridad para tomar medidas punitivas, debido a la oposición de la Federación de Rusia y de China, condujeron a la OTAN a lanzar, el 13 de octubre de 1998, un ultimátum a Yugoslavia para que se plegara a las exigencias del Consejo de Seguridad.

Yugoslavia aceptó firmar dos acuerdos: el primero, el 16 de octubre de 1998, con la OSCE, mediante el cual se creaba una misión de verificación encargada de asegurar la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad; el segundo, concertado un día antes con la OTAN, que la autorizaba a conformar una misión aérea de verificación del retiro de Kosovo de las unidades de seguridad yugoslavas.

Durante este período antes de la agresión atlantista, se llevarían a cabo las conversaciones de Rambouillet y de París, entre el 6 y el 23 de febrero de 1999.

Negociaciones “trampa”
En este impass, se evidenció que la agresión contra Serbia de 1999 era un hecho premeditado y largamente preparado; se trato,una vez mas, de una guerra ya programada y preparada de antemano.

Las negociaciones de Rambouillet y de París, entre el 6 y el 23 de febrero de 1999, entre la delegación serbia y el llamado Grupo de Contacto para Yugoslavia, una comisión compuesta de 4 países miembros de la OTAN más Rusia fueron una trampa desde el inicio.

Para empezar, Rusia se negaría en cualquier forma a aprobar la parte militar (anexo B) de aquel documento, que aun a pesar de llamarse anexo, incluía los puntos mas delicados y controvertidos. En esa parte del documento, que los serbios debían aceptar sin condiciones, radicaba la trampa, ya que el verdadero objetivo de las conversaciones de Rambouillet no era abrir la posibilidad de negociaciones directas entre las partes interesadas sino más bien crear un pretexto para justificar la agresión

Zivadin Jovanovic, el ministro yugoslavo de Relaciones Exteriores de aquel entonces, declaró el 6 de febrero de 2013, en entrevista concedida al diario de Belgrado Politika, que “en Rambouillet no hubo ni intento de alcanzar un acuerdo, ni negociaciones, ni acuerdo”.

La delegación yugoslava fue invitada a Rambouillet para que participara en las negociaciones con la delegación albanesa de Kosovo y se encontró ante un ultimatum de la OTAN equivalente a una rendición incondicional. Y aunque la delegación yugoslava solicitó repetidamente el inicio de negociaciones directas entre las delegaciones de Yugoslavia y de Kosovo, eso nunca sucedió. 

El ex ministro Zivadin Jovanovic también recordaba como el enviado estadounidense Christopher Hill exigió a la delegación yugoslava que se limitara a firmar el texto que él mismo había elaborado y puesto encima de la mesa, “según el principio “Take it or leave it” (“Lo toman o lo dejan”)”.

Observemos el famoso “anexo B” y su contenido,que Serbia debía aceptar o atenerse a las consecuencias:
1. El personal de la OTAN tendrá, al igual que sus vehículos, navíos, aviones y equipamiento, paso libre y sin restricciones así como acceso total en toda la RFY, incluyendo el espacio aéreo, las aguas territoriales asociadas y todas las intalacciones.

2. Se dispensará al personal de la OTAN, en toda circunstancia y en todo momento, de la jurisdicción de las Partes con respecto a toda violación civil, administrativa, criminal o disciplinaria que pudiese cometer en la RFY.

3. El personal militar de la OTAN tendrá normalmente que portar uniforme, podrá poseer y portar un arma.

4. Las Partes deberán, en respuesta a un simple pedido, conceder todos los servicios de telecomunicaciones, incluyendo los servicios de difusión, necesarios para la Operación, tal y como se definen por parte de la OTAN. Esto incluirá el derecho a utilizar los medios y servicios necesarios para garantizar una capacidad total de comunicación y el derecho a utilizar con ese fin el espectro electromagnético de forma gratuita.

5. Se autoriza a la OTAN a detener individuos y a entregarlos, tan rápidamente como sea posible, a las autoridades interesadas.»
Serbia no aceptó.

Finalmente, el 24 de marzo de 1999, la OTAN comenzó su ofensiva contra Yugoslavia, sin haber obtenido previamente la autorización del Consejo de Seguridad.

Un Kosovo independiente, solo en 2008
Al finalizar la guerra de 1999, la resolución 1244 del Consejo de Seguridad afirmaba que reconocía la integridad del territorio serbio, incluyendo Kosovo, que disponía de una amplia autonomía. La flagrante violación de esa resolución, con el reconocimiento de la independencia de Kosovo el 17 de febrero de 2008 redujo a polvo, una vez mas, el derecho internacional

Queda claro,que al alcanzar sus objetivos estratégicos de una forma u otra (incluida la guerra contra la República Federal de Yugoslavia), USA rectificó una decisión errónea, a su entender, del general Eisenhower que databa de la Segunda Guerra Mundial, cuando se optó por un desembarco en Sicilia y no en los Balcanes y Grecia, idea que apoyaban los británicos. Por consiguiente, se había hecho necesario estacionar allí tropas estadounidenses, por razones estratégicas, lo cual no se hizo en 1945.

De ahí la decisión de apostarlo todo por la independencia de Kosovo, una promesa hecha durante el “matrimonio” de USA con la UCK. Esta opción de separación pura y simple confirma que la intención de Washington fue la de tratar de crear un “Israel” en los Balcanes, un Estado vasallo que les deba todo y que USA pueda utilizar como “portaaviones” en una región estratégica tan sensible.

Con la construcción en Kosovo de la base militar Camp Bondsteel –la mayor de Europa– Estados Unidos puso en práctica la corrección del “rumbo estratégico” en los Balcanes. Esta base es capaz de albergar hasta 7 000 soldados, equipada para vigilar todo el territorio balcánico e incluso el Mar Negro y Turquía. En términos más claros, Kosovo es un verdadero anexo del territorio estadounidense en Europa.

Otro apunte sobre el negocio de la guerra; Brown &Root Services, filial de la empresa norteamericana de servicios petrolíferos Halliburton de Dick Cheney , es el principal suministrador de bienes y servicios a esta y a otras importantes bases estadounidenes en otras regiones del mundo con contratos astronómicos.

OTAN: creando precedentes
Con la agresión contra la República Federal de Yugoslavia, la OTAN, que había sido una alianza defensiva, pasó a ser una alianza ofensiva que se doto del derecho de intervenir como potencia militar en cualquier lugar del mundo. La política oficial seguida por los dirigentes yugoslavos era además apropiada ya que decía uno de los objetivos de aquella agresión era crear un precedente de acciones militares en todo el mundo sin mandato de la ONU y en violación de la Carta de la ONU.

El inicio de la nueva estrategia intervencionista de la OTAN, bajo la dirección de Estados Unidos, se produjo oficialmente en el encuentro de la OTAN celebrado en Washington, el 25 de abril de 1999, o sea en el momento mismo en que se desarrollaba la agresión contra la República Federal de Yugoslavia.

Por lo tanto, la agresión de 1999 contra la República Federal de Yugoslavia, presentada en los medios de prensa occidentales como un epílogo o algo parecido, a pesar de que ya estaba prevista, fue una pura farsa.

Además, EE.UU, manejando la OTAN como lo que es, un instrumento a su servicio, sacó interesantes conclusiones de esta campaña.

Por una parte, supuso la constatación de que la OTAN no tenia rival en aquel entonces,ya que al atacar unilateralmente, había actuado contraviniendo todas las reglas internacionales y, sobre todo, contraviniendo las cláusulas obligatorias del derecho internacional. Sin embargo, no encontró la menor oposición real a la hora de lanzar las operaciones.

Con el fin de imponer su propia agenda, EE.UU buscó y encontró la manera de liberarse del orden jurídico internacional resultante de las dos guerras del pasado siglo y herederas de la política de bloques de la Guerra Fría, cuando estaba vigente el Pacto de Varsovia.

Traducido: como el derecho internacional es considerado como un obstáculo para la ampliación de la OTAN, no hay mas que saltárselo, ya que el poderío militar prevalece sobre el derecho.

Debía también servir de advertencia importante para todos los países que EEUU se dispusiera a conquistar en los años venideros.

Esa opinión quedó confirmada durante la conferencia de los países miembros de la OTAN y de países candidatos a la adhesión, realizada en abril de 2000 en Bratislava. La conferencia fue organizada por el Departamento de Estado de Estados Unidos y el American Enterprise Institute del Partido Republicano [estadounidense], sólo unos mesas después de la agresión contra la República Federal de Yugoslavia. Entre los participantes había muy altos funcionarios (representantes gubernamentales así como ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa) de las países miembros de la OTAN y de los candidatos a la adhesión.(5)

NOTAS:

(1)http://actualidad.rt.com/…/123030-monstro-cruel-haria-rt-re…
(2)http://www.semanarioserbio.com/
(3)http://www.ehu.es/…/2…/0301Yogoslavia%20M%20Collon121202.pdf
(4)http://www.voltairenet.org/article151880.html
(5)http://www.voltairenet.org/article178131.html

*Por Daniel Trujillo Sanz, Contrainformación
Fuente: Lugrogeopolitica

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