Un combatiente argentino y su comandante mexicano, llamado Macias Bacneba, han perdido la vida este miércoles en combates entre fuerzas yemeníes y extranjeras en la ciudad de Taiz, de acuerdo con lo anunciado por medios locales, que citaron a fuentes de seguridad yemeníes.
Tal y como agregan las fuentes, el incidente ha tenido lugar después de que unidades del Ejército, apoyadas por combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá, intentaran repeler un intento de avance de las fuerzas invasoras lideradas por el régimen saudí hacia el campamento Omari de Zbab, en la mencionada provincia.
Los dos mercenarios extranjeros muertos prestaban servicio a la empresa militar Blackwater, con la que Emiratos Árabes Unidos (EAU), un fuerte aliado de Riad en su ofensiva contra Yemen, tiene firmado un contrato para enviar fuerzas que luchen al servicio de los saudíes en Yemen.
Por otra parte y según las referidas fuentes, en dichos enfrentamientos, las fuerzas yemeníes han lanzado también varios ataques de represalia contra las fuerzas enemigas, la mayoría saudíes y sudanesas, quienes han sufrido grandes pérdidas humanas y armamentísticas durante el operativo.
La noticia sale a la luz un día después de que al menos seis militares colombianos y un comandante de nacionalidad australiana --también de la empresa estadounidense Blackwater-- perdieran la vida durante combates en la región de Al-Amri, en Taiz.
El diario norteamericano The New York Times reveló el pasado noviembre que EAU había enviado en secreto unos 450 mercenarios colombianos, panameños, salvadoreños y chilenos, a Yemen, con el fin de extender su influencia en la ciudad de Adén, en el sur del país árabe.
En marzo, Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen, prescindiendo del permiso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un intento por eliminar de la ecuación al movimiento popular yemení Ansarolá y restaurar en el poder al ex presidente fugitivo, Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
En base a datos de la ONU, los ataques saudíes han dejado al menos 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.
