Tras el ataque a una escuela de Peshawar por el grupo terrorista Talibán que dejó más de 140 muertos, la mayoría niños, en diciembre de 2014, el Gobierno de Islamabad puso en marcha un plan nacional de acción contra el terrorismo.
El plan incluía una moratoria de seis años sobre la pena de muerte y la instauración de tribunales militares antiterroristas, por medio de una enmienda constitucional.
La condena a la horca fue restablecida en principio solo para condenados por "terrorismo", pero en marzo se extendió a todo crimen castigado con la pena capital.
En una respuesta escrita ante el parlamento transmitida el viernes, el Ministerio de Interior y de Control de estupefacientes anunció que 332 personas habían sido ejecutadas.
El documento indicaba asimismo que 172 organizaciones sospechosas de tener vínculos con terroristas habían sido cerradas en todo el país, y que 2195 personas habían sido arrestadas.
Las fuerzas de seguridad de Paquistán que desde 2013 luchan contra el crimen y el extremismo en Karachi detuvieron a 890 militantes y a miles de presuntos criminales, según el documento, que afirma que los ataques han caído un 80 %.
