Por tercer año consecutivo, se llevó a cabo el taller Matanza Vamos a Filmar, organizado por la Secretaría de Cultura y Educación de La Matanza en conjunto con el TAFIC, Festival Internacional de Cine de Tapiales y que tiene como objetivo fomentar y democratizar la producción audiovisual local.
“Con estos talleres hemos derribado varios mitos; que estudiar cine es caro, lo cual no es así. El tema es que se cobra caro. Poder estudiar cine de manera gratuita es inédito, y de da en La Matanza”, señaló López Zubiría.
Además, la docente del taller y productora del TAFIC, añadió: “En función de las tecnologías que tenemos a disposición, celulares, cámaras de foto que filman y demás, hacer cine ya no es para pocos. De hecho hay festivales para cortos realizados con estos dispositivos”.
Debido a las repercusiones que las ediciones anteriores de Matanza Vamos a Filmar, este año se incorporó una segunda instancia del taller, denominada Matanza Filma, en la que participan aquellos jóvenes que se quedaron con ganas de seguir aprendiendo.
La programación de este año del taller incluyó aproximaciones al guion cinematográfico, producción y rol del realizador, dirección, armado de escenas, secuencias y construcción del plano, edición y montaje.
Para Gabriela López Zubiría, la importancia de estos talleres va más allá de la posibilidad de acceder a estudiar cine de manera gratuita y producir un film. “Lo que se pone en juego es la construcción de la mirada del otro. Elegir cómo queremos ser mirados”, señaló la docente.
En la misma línea, la productora del TAFIC agregó: “Lo interesante es qué historias se cuentan, porque no siempre tiene que ser desde la queja o la lágrima, desde la víctima o el victimario, ahí es donde se construye la identidad desde lo audiovisual”.
Al igual que en 2014, este año algunos de los trabajos realizados durante el taller fueron exhibidos en la Feria Municipal “Primavera de libros” y en el Festival Internacional de Cine de Tapiales. “La verdad es que estamos enamorados de este proyecto. Muchos de los chicos se quedan, se crean lazos, se trabaja muchísimo y el resultado es muy grato”, dijo López Zubiría.
El TAFIC quiere ser itinerante
Entre el 3 y el 6 de diciembre se llevó a cabo la 12 edición del Festival Internacional de Cine de Tapiales (TAFIC) en sus tradicionales sedes de la Plaza de Tapiales, la Sociedad de Fomento de Tapiales y el Centro Cultural E. Santos Discépolo de González Catán, como siempre con entrada libre y gratuita.
El festival se compuso de tres secciones competitivas: Competencia Nacional, Competencia Extranjera, Competencia Animación Internacional y cinco secciones paralelas: Saltando los Tapiales, Panorama Internacional, Cine Social, Mirada Matanza, El Cortito, y Matanza Vamos a Filmar. La programación fue seleccionada dentro de los más de 800 cortometrajes recibidos, provenientes de destinos tan diversos que van desde Singapur, Camboya y Noruega hasta Argentina.
“El TAFIC refuerza su compromiso de ser el vehículo de la exhibición de estas realizaciones contribuyendo así en la construcción de la identidad audiovisual”, dijeron sus organizadores, que además manifestaron que el objetivo es que el festival pueda realizarse de manera itinerante en las próximas ediciones.
Políticas inclusivas que apuntan a contener a los jóvenes
“Ahora en diciembre presentamos nuestro corto que se llama Iluso”, relata Facundo Reyes, un joven de 22 años que encontró hace tiempo y gracias a las políticas públicas las herramientas técnicas que le permitieron avanzar en su interés de producir historias.
“Realicé la dirección y producción del corto Iluso, la historia se desarrolla cuando Ricardo termina su noviazgo (ya que su novia está enamorada de otra persona), y el mismo día de la ruptura, para distraerse un poco sale a caminar y llega al Bar donde conoce a Vanessa, una prostituta de la cual no busca nada más que un poco de compañía y la contrata para que esté con él un rato para curar el mal que anda pasando”, describió el joven.
Facundo estudia en Matanza Vamos a Filmar, en el centro cultural de la localidad de Gregorio de Laferrere y el trabajo final consiste en aplicar en un corto todo lo aprendido en la cursada y confiesa que el cierre de ciclo le causa “emoción”.
La historia de Facundo es simplemente una muestra particular de la importancia de contar con un Estado presente, que ofrezca políticas específicas para cada sector vulnerable, que otorgue herramientas que permitan el desarrollo personal de cada uno y otorgar la posibilidad de ser incluido y romper con la estigmatización y los prejuicios con los que debe cargar la juventud, que muchas veces es rotulada de “vaga”.
“Mi interés por producir historias se despertó de chiquito, mi primer trabajo se llama Desaparecidos, lo filmé con un celular Nokia al principio y después logré comprarme una cámara profesional y mejoró el material, lo loco de este primer corto es que lo terminamos en un lapso de un año, porque se nos complicaba encontrar-nos por el horario, la escuela, el trabajo. Nos propusimos terminarlo y así lo hicimos, la perlita es que el que tenga ojo va a notar el cambio en la voz de algunos, y el cambio fisonómico de otros, en un año cambiamos bastante”, relató.
Después contó que aprendió a usar programas de edición para poder mejorar el trabajo, “la edité con un programa desde mi compu, estuve horas y horas sentado para saber cómo corregir, de qué manera mejorar el audio. Nosotros mismos vamos mejorando con el tiempo, aprendí a hacer un guion, y todo lo técnico lo terminé de aprender en el curso”, analizó.
“Luego surgió la idea de hacer la segunda parte, Desaparecidos 2, “la idea nace más que nada porque los chicos lo pedían, en la primera parte queda el final abierto y bueno, buscamos cerrarlo”. Este trabajo es una producción propia que no está encuadrada dentro de los talleres, como sí lo está el corto Iluso que se presentó con gran éxito en el Cine Corto de Tapiales.
“Dentro del curso armamos Iluso que, ahí cuento con tres actores, y hay pibes de todas las edades en el grupo, está bueno saber que hay opciones, que existen este tipo de espacios para trabajar”, opinó.
Una muestra de lo que los pibes pueden crear
Los jóvenes buscan desarrollar sus potencialidades, y cuando existe un Estado presente que otorga las herramientas necesarias y acompaña en cada paso, queda claro que las historias que involucran a los pibes se pueden contar de manera diferente.
El primer corto realizado por los jóvenes, que “en vez de estar parados en las esquinas perdiendo el tiempo, nos abocamos a actuar, dirigir y producir nuestro primer corto”, marcó Facundo. Este trabajo fílmico, puede verse en el Canal YouTube bajo el nombre de Fundacion Concordia- Desaparecidos.
