"Quiero volver a la historia, que es lo que nos corresponde aquí, sobre Jerusalén (Al-Quds), sobre Palestina, toda vez que, como decimos nosotros, el árabe ni siquiera tiene la 'p', por lo que este término adoptado también merece escrutinio", anunció el miércoles Anat Berko, del partido Likud, al que pertenece el primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu.
Quiero volver a la historia, que es lo que nos corresponde aquí, sobre Jerusalén (Al-Quds), sobre Palestina, toda vez que, como decimos nosotros, el árabe ni siquiera tiene la 'p', por lo que este término adoptado también merece escrutinio", anunció el miércoles Anat Berko, del partido Likud, al que pertenece el primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu.
Al respecto, el diario israelí Haaretz, que recogió las polémicas declaraciones de Berko en una sesión parlamentaria, explicó que aunque el árabe no tiene el fonema "p", la palabra Palestina en este idioma se pronuncia con la consonante "f", al igual que en hebreo, y se dice "Falastin".
"¿Cómo? ¿Ha oído todo el mundo esto? ¿Es usted idiota?", así respondió el parlamentario Tamar Zandberg, del partido Meretz Tamar. Sin embargo, la legisladora Berko defendió que su argumento “es correcto”.
Por su parte, el diputado Osama Saadi, representante de la Lista Árabe Unida, abandonó la cámara legislativa en señal de protesta por las declaraciones de la diputada del Likud.
Las palabras de Berka se produjeron durante un debate celebrado en el parlamento del régimen israelí sobre una propuesta del Partido Laborista para separar a localidades palestinas de israelíes.
El martes, Netanyahu, adelantó que está elaborando un plan para rodear los territorios ocupados palestinos con una valla de seguridad, por lo que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declaró que esta medida israelí significa que este régimen vive de acuerdo a la "ley de la selva".
En 1967, el régimen de Israel ocupó y posteriormente anexó los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), en una medida no reconocida por la comunidad internacional. Aunque el régimen de Tel Aviv se retiró de la Franja de Gaza en 2005, mantiene ahí un cerco inhumano.
