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» » Presas jujeñas ratifican condiciones inhumanas de encierro

(11/06/16 - Presas Políticas de Cambiemos)-.Este miércoles las internas del Penal de Mujeres de Alto Comedero, alojadas en la Unidad 3, redactaron una carta en la que desmienten la respuesta que dio el Servicio Penitenciario Provincial y de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia por orden de Gerardo Morales y el ministro de Seguridad Ekel Meyer tras la denuncia sobre las condiciones inhumanas de detención en dicho establecimiento. 

Las mujeres, indicaron que no van a firmar en forma individual los reclamos por miedo a represalias por parte de la guardia y ratificaron que estuvieron durante 21 días sin agua caliente, hasta que, luego de la denuncia hecha pública en los medios de comunicación, finalmente el martes 6 de junio instalaron el calefón. 

Además volvieron a denunciar la reclusión en celdas de castigo. Por otra parte, los abogados de Sala denunciaron un nuevo ataque al derecho a la defensa luego de que el juez Pablo Pullen Llermanos los sancionara económicamente por la presentación de un hábeas corpus colectivo.

A través de los medios de comunicación, el Servicio Penitenciario desmintió la denuncia realizada por Milagro Sala el pasado domingo respecto a las condiciones de reclusión de las internas del Penal de Mujeres de Alto Comedero. 

A su vez, el juez Pablo Pullen Llermanos rechazó el habeas corpus colectivo presentado por la defensa de la parlamentaria del Mercosur y sancionó a los abogados económicamente porque, según expresó, “la denuncia la realizó solo Milagro Sala”. La multa impuesta por el juez será destinada a la Biblioteca del Poder Judicial.

Este miércoles, las internas redactaron una carta en la que dan a conocer la situación que viven dentro del penal “preservando nuestros nombres por obvias razones”, en referencia al castigo que pueden recibir por la denuncia. En ese marco, la defensa de Sala indicó que se presentó un hábeas corpus colectivo ya que las condiciones inhumanas de detención las sufren todas las internas que están en el penal, más allá de que se animen o no a denunciarlo.

En la resolución del juez sobre hábeas corpus, Pablo Pullen Llermanos indicó que la Directora del Servicio Penitenciario N 3 señaló que el establecimiento no cuenta con calefacción y que no permiten el ingreso de caloventores ya que los mismos pueden provocar diversos cortes o bajas tensiones. 

Por otra parte, en la resolución recomendó “a la Directora del Establecimiento Penitenciario N 3 la flexibilización y simplificación de los trámites de ingreso de ropa de abrigo corporal y de cama para las internas del establecimiento, de modo que se evite que cualquiera de las mismas sufra el rigor de las inclemencias temporales propias de la estación otoño-invierno, más allá de lo natural para cualquier persona no privada de la libertad”, reconociendo la veracidad de la denuncia realizada por parte de Milagro Sala.

Por otra parte, más allá de la posibilidad que tengan algunas presas de recibir ropa por parte de sus familiares, las bajas temperaturas afectan a todas las personas privadas de su libertad, muchas de las cuales no tienen la suerte de tener visitas que puedan proveerlas de abrigo. Desde el penal, las internas señalaron que las frazadas provistas por el establecimiento son muy finitas y no abrigan.

A su vez, denunciaron la reclusión en celdas de castigo, conocidas dentro del Penal como “chanchos”. Muchas internas son castigadas entre 14 o 20 días en esas celdas en las que cuentan con una cama de chapa, con un colchón finito que la mayoría de las veces está húmedo. La comida la guardia se las entrega fría, fuera de horario y no tienen posibilidad de comunicarse con nadie.

Poco tiempo atrás, tras la denuncia de la Procuraduría contra la Violencia Institucional (PROCUVIN) sobre la existencia de celdas de castigo en Villa Devoto, el Servicio Penitenciario de ese establecimiento resolvió la clausura de las mismas.

Carta completa de las internas de la Unidad Penal 3 de Mujeres de Alto Comedero
Miercoles 8 de Junio de 2016.-

A quien corresponda:

Nosotras, internas procesadas y penadas de la Unidad Penal de Mujeres, N°3, ubicada en el barrio Alto Comedero de la ciudad de San Salvador de Jujuy, nos dirigimos al pueblo de la provincia para darles a conocer la verdadera realidad en la que vivimos, preservando nuestros nombres por obvias razones. La semana pasada dimos a conocer públicamente hechos que son necesidades básicas insatisfechas como el agua caliente para higienizarnos; ropa de abrigo y cosas útiles necesarias para la vida cotidiana a las cuales se ponen obstáculos para que las recibamos. 

Aca, en la Unidad 3° de Mujeres, estuvimos durante tres semanas (21 días) sin agua caliente, justamente cuando comenzaron los fríos en Jujuy. El fin de semana pasado, en la requisa de los visitantes, se prohibió la entrada de varios artículos, elementos de limpieza e higiene, ropa de abrigo, medias, frazadas y otros objetos y comida. Aparte de todo ello, existen en la unidad penal de mujeres, celdas de castigo, conocidas como “Chanchos”, que están prohibidas.

Cuando se hicieron públicas nuestras necesidades, el ministerio de seguridad a cargo de Ekel Meyer, salió a desmentir nuestros dichos a través de la prensa. Por eso mismo, hoy miércoles 8 de Junio volvemos a decir que no es cierto lo del comunicado del gobierno de Jujuy, sufrimos tres semanas sin agua caliente en la Unidad 3°.

En concreto y respecto del calefón, sucedió lo siguiente: el día martes 7, a eso de las 15 horas y después de 21 días sin agua caliente, recién fue puesto en funcionamiento un nuevo calefón en reemplazo del anterior que funcionaba mal o directamente no funcionaba. Funcionarios de Derechos Humanos del gobierno de la provincia, aparecieron ese mismo día, martes, 7, a las 19 horas, cuando el nuevo calefón ya funcionaba normalmente, sacando fotografías, intentando demostrar que nuestra demanda no había sido cierta. No solo eso, ninguno de esos funcionarios vino a preguntarnos, si habíamos carecido de ese servicio o no los días anteriores.

En cuanto a la ropa de abrigo, hay internas que reciben la visita de familiares los cuales les acercan ropa de cama y de abrigo para el invierno y otros artículos de necesidad, algunos de los cuales le prohíben la entrada, sin motivo ni justificación. ¿Que daño puede hacer una frazada de más, un par de medias y cosas por el estilo? Pero hay algo más grave. Las internas que no tienen familiares, muchas veces reciben solidariamente parte de los elementos de las internas que sí tienen la suerte de recibir cosas de afuera y con esas prohibiciones, se aumenta el sufrimiento y la carencia de todas, sin excepción. Porque el penal provee un jabon de pan y un papel higiénico cada tanto, a cada interna, que casi siempre no le alcanza para sus necesidades cotidianas, por lo cual, las que no tienen visitas o familiares, muchas veces deben recurrir a la solidaridad y colaboración de otras internas, que se quedan con poco o nada para su higiene y abrigo cotidiano.

Por último, las celdas de castigo son terribles. No solo existen en esta unidad, sino que están ocupadas. Nosotras quizás cometimos errores, pero los estamos pagando. Por todo esto hacemos públicos estos reclamos. Las cosas deben mejorar no para el castigo, sino para la recuperación de aquellas personas a las cuales nos toca vivir estas circunstancias.

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