“Sólo quiero decir de nuevo, como ya he hecho y como Washington ya ha hecho, que el Gobierno estadounidense ni ha planificado ni ha dirigido, ni apoyado ni tenido ningún conocimiento previo de ninguna de las actividades ilegales que se produjeron en la noche del 15 de julio, punto”, ha afirmado este sábado el embajador estadounidense en Turquía, John Bass.
En una entrevista publicada por el diario turco Hurriyet Daily News, Bass también ha manifestado que estaba “profundamente molesto y ofendido por las acusaciones” dirigidas contra el país norteamericano sobre su participación en lo ocurrido en Turquía.
Si Washington hubiera estado al tanto de la intentona golpista de Turquía, lo habría comunicado a Ankara, subraya además de expresar el deseo de Estados Unidos para que ese país sea “fuerte, próspero, democrático y optimista”.
El diplomático estadounidense también ha recalcado que su país de ningún modo se beneficia de la división y desestabilización de Turquía al agregar que el Gobierno de Washington apoya a Ankara para que lleve a los responsables del golpe a la justicia.
Mientras tanto, según ha informado el mismo sábado el diario estadounidense The Washington Post, muchos de los turcos piensan que Estados Unidos estaba detrás del fallido golpe, en el que un grupo de mandos militares anunció tener el control del país.
Las últimas estimaciones señalan que 265 personas perdieron la vida y 2197 más resultaron heridas en la noche del intento de golpe. Además, según el ministro del Interior turco, Efkan Ala, cerca de 26 mil personas han sido detenidas y 74 mil pasaportes cancelados en el marco de las investigaciones sobre la intentona.
