"A consecuencia de una clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, MSF exige una investigación completa y transparente a cargo de un organismo internacional independiente", aseveró el director general de la Organización pro Derechos Humanos Médicos Sin Fronteras (MSF), Christopher Stokes, en un comunicado el domingo.
A consecuencia de una clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, MSF exige una investigación completa y transparente a cargo de un organismo internacional independiente", aseveró el director general de MSF, Christopher Stokes.
Tras las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, en las que informó de que el Pentágono ha puesto en marcha una "investigación completa" sobre los ataques aéreos, Stokes declaró que sería insuficiente depender solo de una investigación interna por una parte en el conflicto.
Al respeto, Barack Obama, ha expresado este domingo su pesar por el ataque aéreo de los cazas norteamericanos contra un hospital en Kunduz, subrayando que espera una "explicación completa de los hechos" antes de tener un juicio definitivo sobre las circunstancias del incidente.
En este sentido, la entidad pro DDHH, cerró su centro sanitario bombardeado en la ciudad afgana de Kunduz y evacuó a su personal, tras la muerte de 22 personas.
"El hospital de MSF ya no está en estado de funcionar. Los pacientes que se encuentran en estado crítico han sido transferidos hacia otros establecimientos médicos. Ya no trabaja ningún empleado de MSF en el hospital", declaró Kate Stegeman, portavoz de MSF, a la agencia francesa de noticias AFP, añadiendo que no se puede decir si el hospital volverá a abrir o no.
La población civil de Kunduz, perdió el único hospital capaz de tratar a los heridos graves en la región que sufren las consecuencias de los combates entre el Ejército de su país y los talibanes, que se disputan el control de esa gran ciudad del norte de Afganistán.
En este sentido, el director de las operaciones en MSF, Bart Janssens, informó que los bombardeos duraron más de 45 minutos y agregó que habían transmitido las coordenadas GPS de su hospital a todas las partes implicadas en el conflicto.
Por otra parte, agregó que solo un edificio fue objetivo de los bombardeos, así que el avión se fue y volvió para efectuar una nueva serie de impactos en el mismo edificio, que en el momento del ataque había más de 100 pacientes y 80 miembros del personal, afganos y extranjeros, entre otros.
El ataque perpetrado el sábado contra el centro sanitario dejó 22 muertos, entre ellos tres miembros de la mencionada organización y decenas de heridos.
