En un acto de campaña en Londres, Johnson se definió como un dirigente "pro inmigración" y se mostró partidario de una "amnistía" para aquellos inmigrantes indocumentados que lleven más de 12 años en el Reino Unido "y que no pueden contribuir a esta economía, no pueden pagar impuestos, y no pueden integrarse adecuadamente".
En su opinión, esa amnistía sería la opción "económicamente racional" y "humana" e implicaría "retomar el control de un sistema que, por el momento, está completamente fuera de control".
"No sólo soy pro inmigración, sino que soy también pro inmigrantes", agregó el dirigente, que muchas veces fue calificado como ultra nacionalista y hasta xenófobo por la oposición de izquierda.
Las propuesta de Johnson, quien pertenece al mismo partido del primer ministro David Cameron, es que, una vez afuera de la UE, el país establezca un sistema de inmigración para los europeos similar al de Australia, basado en puntuación.
De esa manera, sostuvo, "se neutralizarían los extremismos".
La inmigración y la economía son los dos temas más controvertidos del debate generado alrededor del referendo europeo del próximo 23 de junio, una jornada en la que los británicos decidirán si quieren que el país continúe dentro de la UE o no.
Después de tres días de suspensión de la campaña, en honor a la memoria a Jo Cox, la diputada laborista asesinada el jueves pasado mientras hacía campaña en contra del Brexit, las principales voces de este debate nacional volvieron a colmar las calles para intentar convencer a los últimos indecisos.
