“El uso del misil, fabricado por (la empresa) Marconi y vendido a Arabia Saudí a mediados de la década de 1990, fue “deprimentemente predecible”, ha manifestado AI, según publica este miércoles el diario británico The Guardian.
El uso del misil, fabricado por (la empresa) Marconi y vendido a Arabia Saudí a mediados de la década de 1990, fue “deprimentemente predecible", según AI.
De acuerdo con la investigación, que ha sido realizada con la ayuda del Observatorio de los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés), el misil fue utilizado el pasado 23 de septiembre para destruir una fábrica de cerámicas ubicada en el oeste de la ciudad capitalina, Saná, —lo que asegura el informe— no fue un lugar militar.
Tras instar a Londres a poner fin a la venta de armas a Riad, AI ha indicado que dicho ataque, que dejó un civil muerto, violó el derecho internacional y contradijo las alegaciones del Gobierno británico sobre la legalidad de la venta de armas a Arabia Saudí.
Cabe señalar que AI había instado previamente al Reino Unido a dejar de suministrar a Riad armas y había tachado de “sangrienta” la campaña militar de Arabia Saudí contra la población civil yemení.
El pasado mes de junio, un portavoz del Ministerio británico de Defensa, bajo condición de anonimato, dijo que Londres no participaba directamente en la agresión saudí a Yemen, pero sí apoyaba a los saudíes en la campaña militar.
Las afirmaciones esgrimidas la jornada de hoy confirman las acusaciones del activista británico Andrew Smith, miembro de la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés), quien había criticado al Reino Unido por vender armamento al régimen de Riad, sabiendo que dichas municiones son utilizadas por los Al Saud para masacrar a la población de Yemen.
Según un balance reciente de la Coalición Civil de Yemen, al menos 7495 personas han muerto y 16.058 han resultado heridas por las ofensivas de Arabia Saudí en Yemen.
