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» » Temer, con solo un once por ciento de apoyo dice que la ideología pasó de moda

(09/06/16 - Brasil)-.El presidente interino de Brasil, Michel Temer, afirmó ante empresarios que "la ideología ha pasado de moda", al justificar su plan económico, en medio del pulso político marcado por la primera encuesta de su gestión, que muestra que tiene apoyo del 11,3% de la población y que el candidato favorito para 2018 es el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Temer, según la encuesta, la primera divulgada desde que suspendieron del cargo a Dilma Rousseff el 12 de marzo, perdería en todos los escenarios posibles si se somete a una elección y de la crisis surge como principal candidato vencedor en escenarios de primera vuelta el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En Brasilia, el vicepresidente en ejercicio planteó hoy claramente que su intención es entregar el gobierno en 2018, teniendo en cuenta que aún debe ser sometida a juicio político la suspendida mandataria Dlma Rousseff, quien confía en poder revertir votos en el Senado y regresar al cargo.

Lo hizo al hablar ante 200 empresarios reunidos por Paulo Skaf, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), responsable por financiar campañas por el juicio político a Rousseff, en el Palacio del Planalto, donde el equipo económico presentó sus proyecciones y reclamó inversiones.

"La generación de empleo vendrá si existe la actuación de la iniciativa privada. Confieso que este asunto de ideología está fuera de moda y lo que manda es la politica de resultados, la que define el ciudadano. Si le sirve, la aprueba, si no le sirve, no la aprueba", dijo Temer.

El mandatario interino también se refirió a su idea de "pacificar" el país para atraer inversiones, aunque no hizo referencias directas al pedido de captura que ayer hizo el fiscal general, Rodrigo Janot, para su núcleo duro, el ex presidente José Sarney, el suspendido jefe de Diputados, Eduardo Cunha, y el senador Romero Jucá, todos del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) por obstruir la operación anticorrupción en Petrobras, denominada "Lava Jato".

En ese sentido, en el Palacio del Planalto, el titular de la federación industrial paulista, también afiliado al PMDB, hizo llegar a Temer el recado de la cámara patronal, la mayor de América Latina, en cuanto a que la única salida posible a la crisis provendrá del recorte del gasto público y el aumento de impuestos.

"La crisis política puede tener su propio camino y la economía necesita andar por otro camino. Nuestra carga tributaria es alta y no es necesario aumentar impuestos. Hay que cortar desperdicios para reducir los costos y tener crédito con tasas de interés más bajas", dijo Skaf.

La sede de la Fiesp en San Pablo fue durante toda la campaña opositora a Rousseff la referencia de los manifestantes contra el impeachment.

El ministro de Economía, Henrique Meirelles, en el acto oficial afirmó que desde el 12 de marzo pasado, cuando el Senado suspendió a Roussfef y Temer cambió al gabinete, están siendo "sacados de los cajones proyectos de inversión" por parte de empresas nacionales y multinacionales debido a la "confianza" que genera "el control y la planificación del gasto público".

En el plano político, en un diálogo con historiadores, la presidenta suspendida fustigó la política exterior de Temer, a la que calificó de "paleolítica" por haber elegido hablar "bajito con Estados Unidos y en forma grosera con Bolivia" y expresó que confía en que "el pueblo brasileño está dando vuelta el partido", al sugerir que podría lograr salvarse en la votación en el Senado.

A partir de agosto, el Senado deberá comenzar a votar -luego de la presentación de defensas, acusación y testigos- si expulsa del cargo a Rousseff, para lo cual los impulsores del juicio político necesitan al menos 54 votos.

"El pueblo brasileño es inmensamente solidario conmigo, está dando vuelta el partido solito, sin que nadie se lo diga", dijo Rousseff, quien se está trasladando a mitines en aviones de línea debido a que Temer redujo sus gastos de mantenimiento mientras se encuentra suspendida, lo que volvió a enfrentar a los dos presidentes que tiene Brasil.

La era Temer, iniciada el 12 de mayo pasado, tuvo la primera encuesta de opinión, el tradicional sondeo de la Confederación Nacional del Transporte, hecha por la consultora MDS.

La gestión de Temer tuvo11,3% de aprobación, contra 11,4 que esta misma encuesta le adjudicó a Rousseff hace dos meses.
Sin embargo, el dato más llamativo fue que 30,4% dijo no estar en condiciones para evaluar a Temer, a raíz del desconocimiento del dirigente, un vicepresidente de Rousseff, del PMDB, que siempre actuó en las bambalinas de la política.

El 54.5% de los entrevistados respondió que el desempeño de la gestión de Temer es igual al de Rousseff, un 20,1% dijo que la situación mejoró y el 14,9% que empeoró.

El desempeño personal de Temer fue rechazado por 40,4% contra 30,2% que lo aprueba, aunque el desconocimiento sobre lo que hace el gobierno interino llevó a 25% a no opinar.

La gestión del presidente interino, según la encuesta realizada entre el 5 y el 7 de junio, indica que la corrupción en el gobierno Temer será igual que el de Rousseff para el 46,6% y será más grande para el 18,6%.

Según la encuesta, se redujo del 68% al 62,4% los que creen correcto que Rousseff sea expulsada del cargo mientras que 33% no está de acuerdo con el proceso.

El sondeo hizo hincapié en el sucesor tanto de Rousseff como de Temer mientras un grupo de 30 senadores articula la anticipación de elecciones para quebrar la crisis politica. Rousseff no fue colocada como candidata y Temer perdería por lejos en todo los escenarios.

Para las elecciones de 2018, el ex presidente Lula (2003-2010), padrino de Rousseff, ganaría en la primera vuelta, pero en un balotaje sería derrotado por opositores como Aecio Neves o Marina Silva, según la encuesta de MDS.

En un primer escenario, Lula recibe el apoyo del22%, seguido por el voto en blanco o nulo, con el 21,2%, Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), 15,9% y la ambientalista Silva 14,8. Màs atrás aparece el laborista Ciro Gomes con 6%, el ultraderechista Jair Bolsonaro con 5,8% y Temer con 5,4. Los indecisos agruparon 8,9%.

Lula sería primero con 22,3 y Marina SIlva segunda con 16% en caso de que el candidato del PSDB sea el gobernador paulista, Geraldo Alckmin.

En todos los casos, Lula perdería el balotaje: con Neves 34,3% contra 29,9 del ex sindicalista y 28,8% de indecisos, y contra Marina Silva, por 35% a 28%.

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