El juez federal Ernesto Kreplak dispuso los procesamientos en el marco de la causa que investiga 106 privaciones ilegales de la liberad y seis homicidios cometidos entre 1976 y 1978 en la mencionada repartición policial, que funcionó en esos años como centro clandestino de detención.
Los procesados son el coronel (RE) Enrique Armando Cicciari, el teniente coronel (RE) Rodolfo Antonio María Juncos, el coronel (RE) Rubén Vicente Sánchez, el comisario general (RE) Rubén Rodolfo Sabich, el coronel (RE) Enrique Francisco Welsh, el mayor (RE) Héctor Reynaldo Amuchástegui, el teniente coronel (RE) Ismael Ramón Verón, el oficial (RE) Luis Gustavo Diedrichs, el coronel (RE) Jorge Alberto Crinigan, el coronel (RE) Lucio Carlos Ramírez, el teniente coronel (RE) Miguel Ángel Amigo y el teniente coronel (RE) Emilio Alberto Herrero Anzorena.
También, el coronel (RE) Gustavo Adolfo Cacivio, el teniente coronel Ricardo Armando Fernández, el mayor (RE) Carlos del Señor Hidalgo Garzón, el teniente coronel (RE) Anselmo Pedro Palavezzati, el teniente coronel (RE) Carlos María Romero Pavón, el teniente coronel (RE) Roberto Armando Balmaceda, el teniente coronel (RE) Jorge Héctor Di Pasquale, el Dr. Jaime Lamont Smart y el coronel (RE) Rodolfo Aníbal Campos.
En la misma resolución se dictó falta de mérito respecto del comisario retirado Antonio Parodi por no haberse probado hasta el momento hechos ilícitos cometidos durante el breve período en el cual se desempeñó como comisario en esa repartición.
La Comisaría Octava fue un eslabón de la cadena de centros clandestinos que funcionaron en La Plata y zonas cercanas, articulando con distintos circuitos e instalaciones de detención ilegal de personas.
Según información del juzgado publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ), a la dependencia ingresaban personas procedentes de otros centros clandestinos, que eran anotadas en los libros de registro y por lo general eran trasladadas a cárceles a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, o bien eran liberados, aunque seis de ellos fueron asesinados.
Fue la única comisaría de la capital provincial que dependió directamente del Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 7 “Coronel Conde” y del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata, con la anuencia y activa intervención de la autoridades de facto de la gobernación bonaerense.
En cuanto a los homicidios, cinco de ellos pretendieron ser ocultados mediante la anotación de falsas liberaciones en el registro de detenidos de la seccional, como en los casos de Elena Arce, Nora Formiga y Margarita Delgado, quienes fueron fusiladas inmediatamente después de ser retiradas de la dependencia policial. Del mismo modo,
se acreditó que Jorge Caravelos y Lucía Swica aparecieron asesinados en un fraguado accidente automovilístico tras simular documentalmente su liberación. En cambio, se determinó que Juan Ramón Cascallares fue asesinado por una patota dentro de la Comisaría Octava, homicidio que pretendieron ocultar bajo el ropaje de un "suicidio".
