En menos de 24 horas fueron asesinados en dos diferentes masacres 15 personas en Honduras, la primera de esta ocurrida en San Pedro Sula -al norte de la capital, Tegucigalpa- cobró la vida de 8 personas, horas después en la capital 7 jóvenes fueron acribillados.
Los asesinatos en la ciudad norteña de San Pedro Sula ocurrieron a escasos 150 metros de una estación policial, testigos relataron que los asesinos portaban distintivos de la Policía hondureña. Las víctimas eran trabajadores del transporte público. La respuesta del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández (foto), fue pedir la prohibición del dinero en efectivo en las unidades de transporte.
Las autoridades gubernamentales sostienen que las cifras de homicidios en este país centroamericano rondan las 66 muertes por cada cien mil habitantes, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las ubican en 90 muertes por cada cien mil habitantes.
A pesar de la supuesta reducción en los índices de homicidios que expresa el Gobierno y los operadores de justicia el pueblo hondureño expresa otra realidad y es la muerte y persecución que tiene de pandillas, maras y crimen organizado.
En Tegucigalpa los familiares lloran a sus seres queridos, fueron asesinados en horas de la madrugada con armas de grueso calibre.
La oposición sostiene la existencia de escuadrones de la muerte con participación activa del Gobierno.
El oficialismo pretende señalar como actos de terrorismo las masacres en Honduras, esto se haría mediante una nueva ley en el Parlamento hondureño.
*Por Dassaev Aguilar, desde Tegucigalpa, Honduras
