En Dresde, donde comenzó el movimiento, las protestas han ido aumentando de lunes en lunes. Pero, pese a ello, el movimiento no ha logrado conseguir apoyo en otras partes de Alemania. Sus seguidores dicen que la gente debe "despertar" ante la amenaza del Islam.
El número de personas que asiste a sus manifestaciones en Dresde ha aumentado, pero también han aumentado las contra-manifestaciones de los alemanes alarmados por lo que ven como xenófobo, que quieren defender la tolerancia y la diversidad.
