Los terroristas judíos piensan que "Israel no tiene derecho a existir. Su visión es la de derrocar al gobierno a través de la violencia, incluyendo asesinatos, para poner en marcha una rebelión con el objetivo de nombrar a un rey, dañar las relaciones con otros países y expulsar a los no judíos y hacer daño a las minorías" ha comunicado la agencia Shin Bet, citada por el periódico israelí The Jerusalem Post.
Los terroristas judíos piensan que "Israel no tiene derecho a existir. Su visión es la de derrocar al gobierno a través de la violencia, incluyendo asesinatos, para poner en marcha una rebelión con el objetivo de nombrar a un rey, dañar las relaciones con otros países y expulsar los no judíos y hacer daño a las minorías" comunica la agencia de seguridad interna israelí Shin Bet.
El Shin Bet dice estar realizando una serie de investigaciones sobre una red terrorista israelí, responsable de ataques radicales y antisraelíes además de supuestamente investigar el ataque a una casa palestina en la ocupada Cisjordania hace unos meses.
En su comunicado, pretende acallar y rechazar las acusaciones que circulan sobre la tortura realizada a uno de los presuntos atacantes para obtener una confesión, y las califica de rumores propagados por los judíos extremistas.
La agencia se centra en rechazar estos "rumores" esparcidos por estos judíos radicales, que según el Shin Bet, pretenden "arruinar" el nombre de la agencia y de alguna manera descomponer sus investigaciones y desviar la atención de sus actos.
El pasado mes de julio, ciertos judíos radicales lanzaron cócteles molotov y quemaron una vivienda palestina, acabando así con la vida de un niño de año y medio además de sus padres, en la aldea de Kafr Duma, cerca de la ciudad cisjordana de Nablus.
En referencia al ataque contra la casa palestina, ha indicado que está llevando a cabo ciertas averiguaciones, pero en realidad se centra en su objetivo de revelar las actividades de la red terrorista y supuestamente impedir que ocurran otros ataques similares.
Las raíces del movimiento extremista se remonta a la época en la que el ex primer ministro de Israel, Ariel Sharon, accedió en el 2005 a retirarse de la Franja de Gaza y retirar los asentamientos israelíes de allí. Después de esto, se formaron movimientos judíos violentos para derrocar al régimen y no permitir tal retirada.
Al principio, sólo quemaban los coches y las casas de los pueblos palestinos y no atacaban a la gente, sin embargo, más tarde llegaron a la conclusión de que tenían que tener un enfoque más amplío y no centrarse en quemar mezquitas, algo "obsoleto".
