La capital francesa, París, ha sido testigo de las protestas de un millar de personas este sábado, quienes pedían el fin del estado de emergencia que en su día declaró el presidente galo, Francois Hollande, tras los atentados terroristas que sufrió esta ciudad con una cifra de 130 víctimas mortales.
Bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, vivimos en un golpe de estado permanente marcado por la arbitrariedad y la censura", ha reprochado una manifestante llamada Camille en París en declaraciones al periódico Le Parisien.
"Son medidas [estado de emergencia] que ofenden y socavan nuestras libertades en nombre de una hipotética seguridad", han denunciado los convocantes de estas protestas.
Según esta ciudadana capitalina, la pérdida de la nacionalidad gala es una iniciativa "racista". "Significa que algunos son más francés que otros", ha enfatizado.
También otras ciudades además de la capital han visto concentraciones como es el caso de Marsella, Toulouse, Pau y Bayona, todas en el sur del país.
En total han sido 70 las ciudades en las que se han convocado concentraciones de repulsa ante la intención del Gobierno de prorrogar más allá del 26 de febrero el estado de emergencia.
Precisamente la discrepancia con estas medidas en el gabinete ministerial galo provocó el miércoles pasado la dimisión de la ministra de Justicia, Christiane Taubira.
Los colectivos que han convocado estas concentraciones fueron: No Vamos a Ceder y Stop Estado de Emergencia, integrados por sindicatos galos (CGT, FSU), asociaciones (Attac, Derecho a la Vivienda, MRAP) y organizaciones de derechos humanos (FIDH).
Cabe destacar que casi siete de cada diez franceses --el 69 por ciento-- están a favor de la prórroga del estado de emergencia, según una encuesta de YouGov para el medio The Huffington Post e iTV publicada el pasado 13 de enero.
El 15 de noviembre último el mandatario Hollande indicó que había presentado al Parlamento galo un decreto para prorrogar hasta tres meses el estado de emergencia y aplicarlo en todos los territorios franceses de ultramar, plazo que vence a finales de febrero.
