Al mismo tiempo, en la provincia de Al-Hasaka, en noreste de Siria, al menos 38 hombres armados se han rendido y han dejado sus armas, tras las consecutivas derrotas de sus formaciones como resultado de los recientes avances del Ejército sirio en la zona.
Por su parte algunos de los que se han entregado han pedido que se les dé la oportunidad de luchar en las filas del Ejército sirio.
Desde 2011, Siria sufre un conflicto que ya ha cumplido cinco años y dejado un saldo de 270.000 muertos y varios millones de desplazados internos, según el último balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido.
