Billete de $200 con ballena macrista |
Claramente siempre se puede superar toda acción, por más que parezca imposible de lograr y Mauricio Macri ha logrado con su seleccionado de Transilvania superar los desquicios de su mentor ideológico, Carlos Saúl I de Anillaco.
A los furcios de campaña, como llevar un puerto a Santiago del Estero, ha sumado ya en el ejercicio del poder numerosos accidentes verbales que hacen las delicias de grandes y chicos.
Fue el propio presidente quien lleno de orgullo anunció que "el gobierno ha resolvido..." cuando detuvieron a los tres sicarios prófugos, convertidos en capos narcos por obra y gracia de la prensa neoliberal.
A ello le siguió el "festibal" de Michetti, que provocó un verdadero festival de burlas por parte de la oposición y aquellos que tienen algún respeto, aunque sea mínimo, por nuestro idioma.
Ahora, embarcado en una de esas luchas que su ideología desideologizante lo obliga a afrontar, arremetieron contra los próceres de los billetes, seguían Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón en el imaginario k, demasiado para quienes pretenden borrar cualquier viso popular de la memoria colectiva argentina.
Entonces decidieron, de manera apresurada y con poco interés, presentar los nuevos modelos de billetes con animalitos que, deslizó un encumbrado funcionario M&M, hasta tienen peluches.
Billete de $200 con una ballena Nacional y Popular |
Como no se conoce hasta la fecha ejemplares de ballena con orejas, se empezó a mirar y recontra mirar el famoso modelo del billete en cuestión hasta que, finalmente se develó el misterio.
El intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, advirtió que el boceto del billete de 200 pesos que presentó el Gobierno Nacional y entrará en circulación a mitad de año, tiene a una ballena austral dibujada ¡al revés!.
La pregunta en cuestión es si desde la soberbia y el desprecio que los caracterizan los funcionarios M&M que han resolvido que el billete en cuestión lleve una ballena patas arriba van a ponerla como corresponde o la sostendrán, al igual que casi todas sus medidas de gobierno, patas arriba.
*Por Hugo Delgado