Memorial de recuerdo a víctimas de dictadura
Se trató de un sentido homenaje al lugar donde se aplicaron métodos macabros de tortura por parte del aparato de inteligencia de Augusto Pinochet, la DINA, y murieron varias personas a manos de agentes especializados.
Allí la junta militar con el general Manuel Contreras, el brazo derecho de Pinochet, a la cabeza, se aplicaron horrendas torturas y crímenes con bolsas plásticas de asfixia y cianuro inyectable, o gas sarín. Los cadáveres, además de ser manipulados para evitar cualquier identificación posible, eran trasladados a las minas de cal de Lonquen o lanzados al mar.
"Me cuestan las palabras cuando se trata de hacer memoria sobre los hechos dolorosos que hoy nos reúnen y nos interpelan. Cuesta asomarse al horror al que compatriotas nuestros fueron empujados", dijo la presidente de la República, Michelle Bachelet.
"...sin piedad (...), sin un ápice de respeto a su dignidad, por el solo hecho de pensar distinto, por el solo hecho de defender la democracia avasallada y de organizarse para resistir a una dictadura cruel", apostilló la Jefa de Estado.
Acompañada de familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), Bachelet se sumó a las ofrendas florales de claveles rojos en el memorial.
"Quienes fueron cruelmente torturados y asesinados en este sitio, lo fueron porque estaban resistiendo a la dictadura desde la política y la sociedad. Porque estaban construyendo puentes entre quienes pensábamos distinto", sostuvo.
La dignataria subrayó que su recuerdo no abandonará jamás a los chilenos y añadió que ante el abismo de inhumanidad allí abierto, "nos queda la lección profunda de personas que entendieron la política y la lucha social como entrega de sí y compromiso con los otros".
Eso que Neruda (Pablo) llamó: la fraternidad hacia el que no conozco, concluyó.