Publicado por: Redacción
Hora de publicación: 10:38
Sociedad
(17/01/17 - Lesa Humanidad)-.Pablo Llonto es abogado y periodista. Fue delegado general del diario Clarín y como abogado, y luego de desempeñarse durante años como laboralista, se dedicó a querellar en nombre de víctimas y familiares de desaparecidos y asesinados por el Terrorismo de Estado en diversas causas, entre ellas las que tuvieron y tienen como objeto los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Campo de Mayo y la ESMA.
Entrevistado por Télam, Llonto efectuó un balance de lo actuado en 2016 en materia de juicios por crímenes de lesa humanidad y el estado de los mismos. Los juicios deberían acelerarse y en cambio se ralentizan, y la responsabilidad -dice- es de la Corte y en especial de su presidente.
“Durante el año 2016 se llevaron a cabo en todo el país, entre 14 y 16 juicios por crímenes de lesa humanidad, que se realizaron durante el mismo tiempo. En la Capital, Gran Buenos y La Plata fueron cerca de seis juicios casi en el mismo momento; cosa que nunca había ocurrido. Esta situación podría pensarse como positiva y en algún sentido lo es porque indica que los juicios están en movimiento. Sin embargo el ritmo que estos juicios tienen representa un inconveniente importante, pues van a un ritmo demasiado lento, y si esta lentitud se evalúa de acuerdo al tiempo transcurrido, el problema es realmente grave”, describe Llonto.
“La lógica indica que cuanto más lejos se está del hecho, más rápido debería hacerse el juicio, dado que toda la prueba y sobre todo la testimonial que es la base de los juicios, corre peligro por la lejanía en que ocurrieron los hechos. Además, en todos los juicios hay testigos que se enferman o que fallecen”, agregó.
“Es el Poder Judicial –continuó diciendo– el que debería tomar la decisión de acelerar estos procesos. Debería ordenar que estos juicios vayan primeros en la lista para imprimirles velocidad.
"Lamentablemente la decisión parece haber sido la contraria. Por ejemplo estamos ahora ante el juicio ABO (por el circuito Club Atlético-El Banco- El Olimpo, los centros clandestinos de detención regenteados por la Policía Federal. N. del E.) y parece obvio que debería realizarse al menos tres audiencias semanales; pero lamentablemente se decidió hacer una sola, y no se trata de una excepción, sino de la regla”.
La responsabilidad es del Poder Judicial
Llonto dice que le resultaría muy cómodo echarle la culpa al Poder Ejecutivo, pero no es así, que la responsabilidad es del Poder Judicial. Y sobre todo del presidente de la Corte Suprema, que también preside la comisión inter-poderes y que fue creada hace casi 7 años justamente para acelerar los juicios y para dotarlos de mayor agilidad.
“Es el Presidente de la Corte quien tiene la facultad de reunirla”, resume Llonto, que también representa a familiares de desaparecidos en las causas llamadas Automotores Orletti, La Tablada y Superintendencia de Seguridad Federal.
“La comisión interpoderes estuvo más de un año sin reunirse y recién lo hizo en el pasado mes de septiembre a instancias de los organismos de Derechos Humanos. Si bien el ámbito de la reunión fue bueno, y parecía que se retomarían los juicios con mucha fuerza, todo quedó en la nada. l resultado quedó en la nada aunque hasta el Ministerio Público de la Defensa se sumó al pedido de aceleración de los juicios”, señaló.
La megacausa ESMA
Según Llonto, querellante por seis casos en ESMA, con cabeza de querella en el CELS, la causa ESMA merece una reflexión especial en cómo debería llevarse adelante una Megacausa de esta envergadura.
“Una vez que el tramo actual (tercero) de ESMA llegue a término; se comenzaría con otros tramos. Todavía son muchos los casos que quedan, además de los militares que quedan por imputar. Se calcula que los implicados en ESMA superan los 2000. El propio Adolfo Scilingo declaró en su momento, que se debía involucrar a todos, para cortar ese pacto de silencio.
“ESMA es un caso representativo donde el juicio apunta particularmente al funcionamiento como centro clandestino de detención, tortura y exterminio. Hace aproximadamente 20 días comenzaron los alegatos de las defensas privadas y que se suspendieron el pasado 28 de diciembre por la Feria Judicial. El alegato de la Defensa oficial, lleva más de 7 meses; otro indicador sobre la lentitud en la marcha de estos juicios. En cuanto a la defensa privada, se desconoce el tiempo que puede llevar por un lado; y por otro si es que el Tribunal va a ponerle límites. En caso de que lo hiciera, tampoco se puede adelantar que hará entonces la defensa. No obstante una vez que finalice en esta etapa, la defensa comenzará con la parte de ‘Vuelos’; y nuevamente se estará ante un tiempo impredecible.
“Ahora estamos en Feria Judicial, así que por lo pronto recién en febrero se tendrá una idea aproximada de cuál será el ritmo con él que continúan las audiencias de la causa. Las etapas que restan luego de lo mencionado, comienzan con la réplica, donde las partes querellantes y el Ministerio Público Fiscal pueden refutar a la defensa. Finalizado esto, nuevamente es el turno de las defensas y de las últimas palabras de todos los imputados. Esto es obligatorio y el Tribunal no sólo no puede ponerle límite a estos últimos, sino que tiene la obligación de escucharlos. Es un derecho de los imputados.
“A continuación llega la etapa de ‘deliberación’, en la que los jueces debaten en forma privada sobre todo el juicio y todos los alegatos. Una vez finalizado este debate, el tribunal convoca a todas las partes para dar a conocer el veredicto, que concluyendo con las responsabilidades de los imputados y las condenas o absoluciones correspondientes. En términos jurídicos, el Juicio ESMA es totalmente atípico, ya que llevó un debate oral de más de cuatro años.
“Existen otras cuestiones vinculados a la lentitud de estos juicios. Si fueran más veloces, por ejemplo, los testigos que se presentarían serían muchos más. El ejemplo de los colimbas es el más claro. Hay un estimativo de 600.000 colimbas de todas las fuerzas que hicieron el servicio militar entre el año 1974 y 1983 que son potenciales testigos. Respecto a la ESMA, si se decidiera que las audiencias se hicieran de lunes a viernes y declarando una cantidad específica de colimbas por día; probablemente en un año lo hubieran hecho todos los que estuvieron en la ESMA; y ya se tendría entonces un aporte importante de la prueba.
“El problema de los juicios en general y de ESMA en particular, radica en las audiencias. A esta altura debería haber audiencias de lunes a viernes. Eso de tres veces por semana fue una concesión para los años anteriores. Hoy, cada día vale tres meses. En todos los casos y en cada juicio que se inicia, tenemos la cabeza puesta en ‘¿cuándo llegue a la sentencia estará vivo?’. Y el 80% del tiempo se nos va en las cuestiones procesales, en formas, en las demoras, o en el tema de la cobertura de los puestos en los tribunales orales. O sea que pasamos gran parte del tiempo discutiendo como se tienen que hacer los juicios y encima no nos prestan demasiada atención”.
Llonto espera que a mediados de este año el Tribunal finalmente concluya este juicio, y comenta que también hay complicaciones respecto a la composición de los tribunales.
“En el caso de la ESMA, hay dos jueces fijos: Daniel Obligado y Adriana Palliotti. El otro, Leopoldo Bruglia no es del Tribunal 5 sino del TOF4 y el juez suplente no está nombrado. En líneas generales son pocos los juicios por crímenes de lesa Humanidad que se hacen con sus propios jueces, situación que genera muchas complicaciones ya que los tribunales Orales requieren siempre jueces de tribunales penales”.
El Juicio a las Juntas
“El juicio se realizó en 1985 de manera rápida, básicamente porque había una decisión política del Poder Judicial de decir ‘vamos a juzgarlos’ y vamos a hacer audiencias de lunes a viernes, es decir todos los días desde las 15 horas. Qué hizo entonces la Cámara Federal en aquel momento? La Cámara tenía seis jueces y dos salas. Tres jueces en una sala y tres en la otra. Este juicio se podría haber hecho en una sola sala, como los juicios nuestros, pero en ese momento, todos querían estar, nadie quería perderse un juicio histórico. Así que resolvieron que se hiciera con seis jueces en dos salas. Por otro lado se modificó el horario. El horario de Tribunales es de 7.30 a 13.30, durante el juicio a las juntas trabajaban en este horario con las causas comunes y a las 15, después de almorzar, comenzaban el juicio a las juntas hasta las ocho, diez, 12 de la noche. Hubo una audiencia que terminó a las cuatro menos cuarto de la madrugada. Fue un ejemplo de clara decisión política, lo que no sucede ahora”.
Colofón
“Afortunadamente hay una parte importante de la sociedad que sabe que en la Argentina hay juzgamientos por estos crímenes, los juicios se hacen y todos los años hay sentencias. La Perla fue un juicio importantísimo del 2016; hubo juicios en La Plata y en la provincia de Buenos Aires. Algunos no se conocen tanto, pero igual se están haciendo. Chile también está ahora realizando Juicios; Uruguay tiene causas abiertas, Perú también. En Centroamérica, por ejemplo en Guatemala, también hay juzgamientos.
"Es importante seguir instalando el tema para que la sociedad lo tome como propio. Los juicios se concretaron porque una parte de la sociedad reclamó insistentemente contra la impunidad. Ese reclamo debe apuntar hoy a la aceleración de los juicios.”
*Por María Freier, Telam
Fotografía: Hugo Delgado