Una fuente militar siria citada el jueves por la agencia oficial SANA indicó que los ataques golpearon un retén militar en la ciudad de Manbiy, ubicada en el norte de la provincia septentrional de Alepo.
“La agresión de Turquía supone un intento para frenar el éxito y el progreso cosechados por el Ejército sirio y sus milicias aliadas en la guerra contra las organizaciones terroristas y sus afiliados”, denunció la fuente.
Con estos ataques, sostuvo, las fuerzas turcas también buscan impedir que las fuerzas gubernamentales sirias restablezcan la “estabilidad y la seguridad en las periferias de Alepo y en todo el territorio sirio”.
La fuente, que habló bajo condición de anonimato, señaló que los bombardeos se cobraron la vida de “varias personas”, mientras muchas otras sufrieron heridas.
Hoy viernes, el Gobierno de Damasco ha demandado en una misiva a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) forzar a Turquía para que repliegue sus tropas del territorio sirio y detenga los “ataques continuados” a la soberanía del país árabe.
Desde que Manbiy fue liberada en agosto pasado de manos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), se encuentra bajo la dirección del llamado Consejo Militar de Maniby, una milicia que está formada en parte por los combatientes kurdos.
En las últimas semanas, se han reportado enfrenamientos entre los combatientes kurdos y los grupos armados que participan en la operación llamada “Escudo de Éufrates”, lanzada por Turquía en el norte de Siria.
Ankara ha advertido claramente que busca “limpiar” esta ciudad fronteriza de las fuerzas kurdas (apoyadas por Estados Unidos) a las que cataloga como “terroristas”.