El estudio señala que los tatuajes pertenecen a un hombre y una mujer de Gebelein que quedaron momificados de modo natural tras vivir en el periodo predinástico de Egipto, alrededor del año 3100 a.C.
Utilizando tecnología infrarroja, los arqueólogos han podido ver dos figuras de animales en el cuerpo del varón que se superponen ligeramente sobre su brazo: un toro salvaje y un carnero de Berbería, que según los investigadores son símbolos de poder y fuerza.
La momia de la mujer presenta un tatuaje más enigmático. Se trata de cuatro pequeños dibujos en forma de “s” dispuestos de forma vertical sobre su hombro, que podrían representar un pentagrama torcido, un símbolo de poder y estatus o un bastón o badajo utilizado en danzas rituales.
Una de las momias tatuadas, expuesta en el Museo Británico |
“Increíblemente, con más de 5000 años de edad, han retrasado el rastro del tatuaje en África en un milenio”, declaró en un comunicado Daniel Antoine, experto en Antropología Física del Museo Británico.
Con este nuevo descubrimiento, los primeros tatuajes de África se sitúan entre los años 3351 y 3017 a.C., adelantando en un milenio la fecha que se contemplaba hasta el momento.