Los participantes de la movilización de este sábado, han alzado banderas palestinas y exigido, mediante lemas en carteles, “igualdad” en el trato de las lenguas árabe y hebrea.
La controvertida ley “estado-nación judío”, aprobada en el parlamento israelí el pasado 19 de julio, entre otras restricciones, quita al árabe su designación de idioma oficial junto con el hebreo y lo rebaja a un “estatus especial” que permite su uso dentro de las instituciones israelíes.
“Es muy importante mostrar que estamos aquí para resistir”, ha destacado Laila al-Sana, una manifestante de 19 años, advirtiendo, a su vez, de que la mencionada ley “legitima el racismo”.
Otra participante de la marcha, Sheikha Dabbah, de 68 años, ha dicho: “cuando me enteré de la ley, sentí que debía defender mi ciudad natal, nuestra tierra, la tierra de mis antepasados”.
En la misma jornada, el primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, ha publicado a través de su página de Twitter, un vídeo de la manifestación de los árabes, pero en el que se ve poca participación.
Esta ley legitima el racismo”, dice una mujer árabe durante las manifestaciones en Tel Aviv en contra de la polémica ley “estado-nación judío”.
En las imágenes se observan a personas agitando banderas palestinas y gritando el eslogan lema “con espíritu, con sangre, te redimiremos, Palestina”.
Desde la aprobación de esta ley, además de los árabes, los propios israelíes salen a las calles cada sábado para repudiarla y, en una oportunidad, asistieron destacadas personalidades como el ex jefe del estado mayor del ejército israelí Gabi Ashkenazi; algunos exdirectores del servicio de inteligencia exterior, el Mossad, así como del alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai.
Esta legislación no solo ha enfurecido a la minoría árabe sino ha recibido críticas de los grupos defensores de derechos humanos y de Gobiernos occidentales que también la califican de “racista”.
“Hay limpieza étnica en esta ley, que permite la construcción de ciudades únicamente judías, sin ningún árabe”, resalta al respecto el exlegislador israelí Zouheir Bahloul en una entrevista con el portal de noticias Middle East Eye, con sede en el Reino Unido.
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