Ya lo dijo Zapata: La tierra para quien la trabaja. |
Héctor Velázquez nos recibió en la vereda de lo que por veinte años fue el pedazo de tierra que trabajó.
Los restos de una casa construida con años de esfuerza y que la barbarie disfrazada de justicia tiró abajo con una topadora en minutos. |
La familia Velázquez, que tiene ocho hijos, está hoy conformada por el matrimonio y cuatro de ellos, una, de treinta años, discapacitada vive de esa tierra.
A los frutales y vegetales se suman para hacer sustentable la chacra chanchos, algunas ovejas y cabras, patos, gallinas, gansos, pavos y hasta un par de terneros.
Velázquez y sus frutales, en tierra que debió trabajar por años para hacerla productiva. |
Esta historia que comenzó allá por el año ´94 cuando los Velázquez comenzaron a trabajar esta tierra para hacerla fértil tuvo un corte inesperado hace algunos días, más precisamente el 21 de noviembre cuando alrededor de cinecuenta efectivos policiales sitiaron la chacra para desalojar a un tal García, pero como no correspondía con el titular (Velázquez) los desalojaron igual.
Por el campito caminan tranquilos los animales, mezclándose las cabras con pollitos apenas nacidos y las crías de las distintas chanchas.
Que mientras demoraban a Velázquez en la Comisaría de la zona derribaban la casa con una topadora (si, ¡como ocurre en Palestina!) Y pasaban por arriba a varios animales de la familia, entre ellos una chancha de alrededor de 400 kilos.
La Familia Velázquez, la ¿justicia? los obligó a cambiar su casa de paredes de ladrillos de quince por una carpa de lona y chapas. |
Desde aquel 21 de noviembre la familia Velázquez vive en una especie de carpa de lonas y chapas al costado del camino de ingreso a sus tierras.
Velázquez en la vereda de su campo, de fondo los zurcos sembrados y los frutales de seis años llenos de frutos |
Velázquez habla, cuenta una y otra vez con pasión como fueron volviendo de a poco a la tierra apta para la siembra, de años y años de agregarle aserrín y mierda gallina, y de otros animales para que la arena arcillosa se fuera volviendo lo que es hoy.
Nadie puede explicar porque se ha cometido esta arbitrariedad, y lo más curioso, como faltando efectivos policiales hay una custodia las 24 horas frente a la chacra.
Ante esto uno atina a preguntarse.
‘Habrá Justicia?
Informe y fotografía: Hugo Delgado