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» » "Su ausencia física nos hizo redoblar el esfuerzo y acompañar a nuestra Presidenta y conductora"

(21/05/15 - Provincia de Buenos Aires, Legislatura)-.En la Cámara Baja de la legislatura provincial el diputado del Frente para la Victoria Miguel Ángel Funes recordó a Néstor Kirchner y el nuevo aniversario de su asunción como Presidente de la Nación. 

A continuación publicamos el texto completo de la desgrabación del discurso del legislador de La Cámpora.

Desgrabación
Simplificar en hablar un poco mas sobre lo que es el 25 de mayo del 2003, sintetiza aquella gesta y aquellas ideas del 25 de mayo de 1810, donde un grupo de patriotas no sólo quería saber de qué se trataba sino que quería parir un país, una patria. Y aquel 25 de mayo de 1973 donde el compañero Héctor J. Cámpora, el tío para esa juventud maravillosa pasó en esta Argentina dejando un recuerdo imborrable pero también nos dejó una primavera corta en la que muchos compañeros no pudieron ver y no pudieron llegar a tocar y ver plasmada para estos días. Por eso, voy a resumir haciendo eje en los tres en aquel mayo del 2003. Y cuesta mucho hablar máxime porque aquél hombre que nos invitó a soñar y al que tanto le debemos tantas camadas de nuevos militantes ya no está de cuerpo presente. Es por eso que preferí sentarme y de corrido escribir unas líneas que brotan desde nuestro corazón y digo nuestro, en virtud que mis compañeros me eligieron para ser la voz de ellos y espero poder cumplir con las expectativas.

Recuerdo que posteriores a las elecciones del 27 de abril cuando Néstor llegó con el 22% producto de que no hubo balotaje; el resultado de las elecciones a presidente más bajo de la historia electoral asumía así a una Argentina que se encontraba al borde del abismo. En la que asumía con más desocupados que votos, cómo se encargaría de señalar al igual que Cristina. Agarraba el timón de la Argentina que venía de la cesación de pago, de que se vayan todos, de los 37 asesinatos del 2001. De los asesinatos de Maxi y Darío en el 2002. Una Argentina que los científicos sólo lavaban platos o migraban a aeropuertos donde las familias se resquebrajaban de dolor como la patria. Las embajadas donde se apiñaban miles de hermanos parecían ser la única puerta para alcanzar la solución. La quita del 13% de los salarios a los estatales y a los jubilados, Norma Pla y su conversación con Cavallo, el corralito que este verdadero desaparecedor social creó, el mismo que estatizó la deuda de los privados, miles y miles de predios hipotecados, en fin. Recuerdo que después de haber apostado a él y sin ilusionarme asistí a aquel 25 de mayo del 2003. Hoy me pone triste de haber desconfiado aunque lo voté, pero también es entendible semejante desconfianza ya que reinaba en muchos de nosotros el descreimiento. Los mismos que saquearon al país nos hicieron creer que la política era mala. Perversos pero astutos la clase dirigencial hasta esos días. El recuerdo de esos días me motiva a detectar el móvil que me acercó hasta ese lugar y me refiero a la plaza de mayo del 25 de mayo del 2003. El mismo lugar en el que veía a mujeres mayores de pañuelos blancos cuando andaba de cadete trabajando por la zona. Es de Perogrullo señalar que no tomaba dimensión de la lucha de ellas así cómo el ignorar tantas otras cosas sumergido en mi propio ombligo. Pero siempre destaco algo, algo que me quedó grabado, algo que fue el primer chispazo anterior a entender lo que es arder por amor a un proyecto de país y que termina siendo un proyecto de vida. Vi a miles y miles de personas cantando canciones que no me eran propias aún. Hablaban de la JP, de volver, de Perón. Sonaban bombos un instrumento que sólo era asociado por mi para eventos de fútbol, tacuaras que aún tenían polvo, banderas que parecían volver a la vida, gente llorando, muchos abrazos. También destaco algo, ahí estaba con la quien es también mi compañera de vida. Ninguno de los dos militábamos hasta ese momento en el kirchnerismo y de hecho, directamente no militábamos. Le dije que no entendía pero que estaba pasando algo. Participé de grande eventos, de recitales y de estadios de fútbol en mi adolescencia, siempre me gustó analizar el fenómeno de masas. Seguramente de haber estado esclarecido como militante habría visto lo que Néstor manifestó cuando la creación del espacio para la memoria y para promoción y defensa de los derechos humanos aquel 24 de marzo del 2004. Y Néstor dijo por esos días “recién veía las manos cuando cantaban el himno, veía los brazos de mis compañeros de la generación que creyó y sigue creyendo en los que quedamos que este país puede cambiar” claro, hoy lo veo. Es por eso que no quiero agradecer a Néstor solamente. Porque apenas asumió viajó a Entre Ríos y resolvió un conflicto con los trabajadores docentes e implantó las paritarias, un concepto desconocido por muchos junto, cuando a poco de haber asumido y con otros líderes mundiales latinoamericanos, fue una de las manos que se aferró a la pala que sepultó al ALCA allá en Mar del Plata en el 2005. No quiero agradecer solamente por la quita fenomenal del 75% de esa deuda externa que nos agobiaba, allí comenzaba un camino de soberanía. Gracias jefe, compañero y hermano por habernos devuelto la dignidad, la autoestima. Nos has despertado y nos has marcado un camino, nos has dado un proyecto de vida.

Todos aquellos que creen que con la muerte de un líder muere un proyecto y una ideología por el contrario, su ausencia física nos hizo redoblar el esfuerzo y acompañar a nuestra Presidenta y conductora. A esos que creen que con la desaparición física puede morir un proyecto les quiero contestar, y Marechal nos resolvió esa cuestión diciendo “que el peronismo es como el otoño que aún envuelto en hojas secas viene cargado de semillas”. Así será entonces. Perón, Cámpora y Néstor, siempre vuelven y volverán cómo han vuelto esos próceres de mayo de 1810 que quedarán grabados a fuego en el pueblo argentino. Y quiero cerrar con una frase que fue muy fuerte para los que militaban y para los que no militábamos aún, no podíamos salir de la sorpresa o de tratar de analizar una frase tan sincera y tan linda cómo la que dijo aquel día Néstor, decía que “venía a proponernos un sueño quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero además quiero un país más justo, anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación, la nuestra. Muchas gracias y viva la patria” fueron las palabras del compañero Néstor Kirchner.

La mejor manera de sintetizar ese 25 de mayo de 1810, del 73´ y de la irrupción de la vida pública de todos los argentinos cuando recibía a ese pingüino desconocido del sur es la frase que marcamos para celebrar estos días nuestro 25 de mayo “el mismo sol, la misma patria” muchas gracias.                

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