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» » El presidente de Afganistán confirmó la muerte del líder talibán, el mullah Omar, en abril de 2013

(30/07/15 - Afganistán)-.Ashraf Ghani confirmó la muerte del líder de los talibanes, el mullah Omar, en abril de 2013 en Pakistán, un deceso que según la agencia de inteligencia afgana se produjo en un hospital de Karachi.
  
El anuncio del deceso del mullah Omar, que era jefe de Estado de los talibanes desde 1996 y que no había sido visto en público desde que la coalición encabezada por Estados Unidos derrocó a su gobierno en 2001, se basó en "información creíble".

En los últimos años, los rumores y, hasta afirmaciones en medios de comunicación europeos, en torno a la muerte del líder talibán fueron recurrentes.

Tras un día de conjeturas, informaciones filtradas a la prensa y una rueda de prensa sin desmentidos ni confirmaciones, el propio presidente afgano, Ashraf Gani, confirmó oficialmente la versión de la muerte del hombre más buscado del país centroasiático.

"El Gobierno de la República Islámica de Afganistán, basándose en información creíble, confirma que el líder de los talibanes, el mullah Omar, murió en abril de 2013 en Pakistán", indicó un comunicado de la presidencia que Gani publicó en su cuenta de Twitter, informó la agencia de noticias EFE.

El comunicado destacó que "el gobierno de Afganistán cree que los motivos de las conversaciones de paz afganas son más firmes ahora que antes, y por lo tanto pide a todos los grupos armados de oposición aprovechar la oportunidad y unirse al proceso de paz".

La noticia de la muerte del líder de los talibanes, una facción político-militar fundamentalista islámica que cobró fama mundial tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, no fue aún confirmada por los propios talibanes.

En cambio, Estados Unidos -que ofrecía por la cabeza de Omar una recompensa de 10 millones de dólares- dijo que creía que la información es "creíble" y reconoció que sus servicios de inteligencia estaban analizando el tema.

"Creemos que las informaciones sobre su muerte son creíbles", comentó en una rueda de prensa el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Eric Schultz.

El portavoz del presidente Barack Obama destacó que la inteligencia estadounidense está revisando actualmente esas informaciones y las "circunstancias" en que murió el líder Talibán.

Previamente al comunicado oficial, el portavoz del Directorio Nacional de Seguridad afgano, Abdul Hassib Sediqi, había informado que la muerte del líder insurgente ocurrió en un hospital de la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán.

"El mullah Omar estaba enfermo y fue hospitalizado hace dos años y cuatro meses en un hospital cercano a la ciudad de Karachi. Murió en el hospital, pero no sabemos si falleció por una enfermedad o por otro motivo", agregó.

Las autoridades afganas informaron sobre la muerte del mullah Omar después de las recientes conversaciones de paz celebradas por los representantes de los talibanes y el gobierno afgano en Pakistán.

Recientemente, algunos comandantes habían comenzado a cuestionar abiertamente si Omar estaba vivo, atizando la especulación sobre quién debe dirigir el movimiento talibán.

Medios afganos especularon hoy con que la muerte del mullah Omar podría lanzar a los talibanes hacia una lucha por la sucesión.

Esta semana, medios paquistaní­es informaron que el hijo mayor de Omar, el joven mullah Mohamed Yaqoub de 26 años, estaba desafiando el liderazgo del número dos del movimiento, mullah Akhtar Mansoor.

En este contexto, la confirmación de la muerte de Omar llega en un momento en que el presidente Ghani está tratando de reiniciar las conversaciones de paz con los insurgentes.

Las primeras negociaciones oficiales entre las partes se celebraron el 7 y 8 de julio en Murree, cerca de Islamabad, la capital de Pakistán, con la participación de diplomáticos de China y de Estados Unidos.

Estas primeras negociaciones se desarrollan en un contexto marcado por actos violentos de los islamistas radicales que cometen cada vez más ataques fuera de sus bastiones tradicionales del sur y el este de Afganistán, sobre todo en Kabul y en las provincias del norte.

Desde diciembre pasado, el retiro de la misión de combate de la OTAN dejo a las fuerzas de seguridad afganas solas frente a los insurgentes.

Los 12.500 soldados extranjeros desplegados actualmente en Afganistán trabajan como instructores o consejeros de las fuerzas afganas.

A mediados de este mes, los talibanes difundieron en su página web un supuesto mensaje de su líder en el que éste avalaba las negociaciones de paz con el enemigo diciendo que no están prohibidas por el islam.

Gani agradeció días después al mullah Omar que abriese la puerta a los "esfuerzos políticos" para alcanzar la paz.


Ahora, confirmada la muerte del líder del talibán, es incierto el rumbo de esas conversaciones, aunque también el del movimiento, en el que Omar era una garantía de paz entre ellos.

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