La decisión fue tomada por los camaristas Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Gemignani en el marco del expediente en el que a Milani se le imputa la privación ilegítima de la libertad y los tormentos infligidos a Pedro Adán Olivera, Ramón Alfredo Olivera y Verónica Matta.
El máximo tribunal penal decidió "no hacer lugar" a la queja presentada por la defensa de Milani contra el rechazo al pedido de nulidad del requerimiento fiscal de instrucción, queja que de prosperar hubiera permitido pedir que se anulara toda la causa.
Milani fue detenido el 17 de febrero por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, en La Rioja, luego de indagarlo por los secuestros de Pedro Adán Olivera y su hijo, Ramón, en 1977, y la detención ilegal de Matta, ocurrida un año antes.
El magistrado sostuvo que Milani debía quedar detenido por la multiplicidad de delitos que se le atribuían, la gravedad de las imputaciones y el hecho de haber desempeñado funciones jerárquicas (en alusión a haber siodo jefe del Ejército y de sus servicios de inteligencia) que le podrían posibilitar eludir a la Justicia.