Tras la masacre, intervino el Ejército sirio que eliminó a cerca de un millar de yihadistas, liberó todas las zonas cercanas a Hama y ayudó a los civiles a evacuar la ciudad de Muhardeh.
Los niños, mujeres y ancianos fueron evacuados y los hombres jóvenes enfrentaron junto a los soldados sirios hasta que lograron vencer a los invasores.
En los campos este y norte de Hama, los aviones de combate sirios realizaron este domingo una serie de redadas contra convoyes y agrupaciones de terroristas de Daesh y el Frente de al-Nousra en la localidad de Akeirbat en el campo de Salmiya, y al sur de los pueblos de Tibat al-Imam, Halfaya, Allatamneh, y al norte de la ciudad de Suran y la colina de Atman, así como al sur de la colina de Huwash y la ciudad de Mork.
Las organizaciones terroristas sufrieron numerosas bajas en estos operativos aéreos y perdieron decenas de vehículos, entre ellos tanques y blindados.
El sábado, el ejército restauró la estabilidad en la localidad de Kokab en el campo norte de Hama, después de haber acabado con los terroristas que se habían infiltrado en la misma.
