El presidente al llegar a la ciudad había comentado que regresar a su ciudad natal le hace bien, pero esta vez no se esperaba que los vecinos le reclamaran que respete la constitución y la defensa del trabajo.
En las pancartas, los vecinos pedían por la libertad de Milagro Sala y la apertura de la paritaria nacional docente. En síntesis: que se respete la ley.
Más allá de algunos insultos desubicados y poco respetuosos, varios vecinos le hicieron pedidos atendibles: “Macri pará la mano” y “Respetá la Constitución” fueron algunos de los hits.
El viernes el Presidente estuvo en el club El Valle de Tandil para practicar su deporte predilecto: el golf. En el lugar se sacó fotos con algunos presentes y pasó el día, según consignó un medio local.