Bien temprano a la mañana, un grupo de talibanes avanzaron sobre la comisaría central, desde donde las fuerzas de seguridad afganas coordinan las operaciones contra esa milicia en cuatro provincias de la región oriental. El ataque comenzó cuando los milicianos hicieron explotar una camioneta en las puertas del edificio policial.
El saldo total incluye a seis milicianos y cinco policías muertos, y a nueve miembros de la fuerza y 11 civiles heridos, según las autoridades.
Poco después de conocerse el ataque, el vocero del movimiento talibán, Zabihullah Mujahid, reivindicó el intento de asalto contra la comisaria y se congratuló por la muerte de "decenas de policías", según un comunicado.
Entre enero y noviembre de 2016, al menos 6.785 miembros de las fuerzas de seguridad afganas murieron y otros 11.777 resultaron heridos, en línea con el recrudecimiento del conflicto.