La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió hoy un informe en el que afirma que las fuerzas de seguridad de Myanmar (antigua Birmania) llevaron a cabo ataques "bien organizados, coordinados y sistemáticos" contra los rohingyas en ese país, con el fin de expulsar a la minoría musulmana.
El reporte es el primero en el que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU analiza ampliamente la crisis en el estado birmano de Rakhine, tras entrevistar a decenas de personas sobre el terreno.
Unos 515.000 rohingyas cruzaron al vecino Bangladesh en el último mes y medio, después de que el ejército de Myanmar lanzase una supuesta operación contra insurgentes de esa minoría religiosa en la región. La mayoría vive ahora en campos de refugiados o a la intemperie, lo que provocó reiterados pedidos de fondos de la ONU a la comunidad internacional para asistirlos.