Gracias a las imágenes del georadar, que radiografía el subsuelo, el equipo descubrió cerca de dos hectáreas de calles y murallas, con cerca de 190 viviendas y quizás un foso defensivo y posiblemente el doble de esa superficie debajo de construcciones modernas.
Los arqueólogos revelaron el hallazgo el martes y estimaron que la ciudad, de nombre desconocido, debió haber estado habitada entre los siglos VI y III a.C.
La ciudad histórica está ubicada en un municipio eminentemente agrícola al sur de Vilafranca del Penedès, y el estudio forma parte de una investigación de asentamientos ibéricos de la costa catalana, financiado por el ministerio de Economía, Industria y Competividad.
El equipo de arqueólogos continuará su trabajo investigativo con la futura excavación y análisis de materiales en los yacimientos de Ullastret (en Girona) y Burriac (en la comarca del Maresme).
Las imágenes tomadas del yacimiento de Banyeres muestran una trama urbana clara y posiblemente planificada. “No hay superposiciones de muros, todo parece haber sido previsto desde el inicio”, sugirió Roger Sala, de la empresa SOT Prospeccions, que colaboró en el proyecto.
