De acuerdo con información obtenida por la citada fuente, al abuso tuvo lugar “con la puerta abierta y con la grabación abierta del sexo grupal, utilizando equipos de vídeo y fotografía”. No obstante, no está claro cómo fue infiltrada la niña en la base militar.
El incidente ocurrió en septiembre de 2017, pero no se había hecho público hasta el momento, agregó Navy Times, afirmando que el Servicio de Investigación Criminal Naval del país norteamericano dio inicio a una pesquisa criminal tras recibir una notificación anónima.
Dos de los marineros acusados están asignados al USS Nebraska, un submarino de misiles balísticos clase Ohio. Uno de ellos está acusado de no reportar un crimen y participar en un acto sexual con una menor durante un período de tres días, entre el 19 de septiembre y el 21 de septiembre de 2017.
El tercer acusado ha estado sirviendo en el USS Henry M. Jackson, otro submarino de misiles balísticos clase Ohio. Él enfrenta cargos por hacer pornografía infantil, sostuvo el reporte.
La escena de los presuntos crímenes, la Base Naval Kitsap-Bangor, es la tercera mayor de la Marina de Estados Unidos y cuenta con uno de sus cuatro astilleros nucleares, así como una de las dos instalaciones estratégicas de armas nucleares.
De hecho, un informe del Departamento de Defensa norteamericano (el Pentágono) desveló en mayo que los casos de agresiones y abusos sexuales denunciados en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos aumentaron el 10 % durante el año 2017.
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