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» » EDITORIAL: Fondos Buitre: Usureros y poco hombres

(11/10/14 - Editorial: Fondos Buitre *Por Hugo Delgado)-.El planeta todo sabe que los fondos Buitre no son capitales de ningún tipo de riesgo sino seo, capitales escandalosamente especulativos que aprovechan la situación agonizante de cuanto país haya caído en desgracia para obtener descomunales ganancias a fuerza de extorsiones, sobornos y lisa y llanamente la fuerza cuando no queda otro camino.

Por más que sus empleados en los grandes medios y los partidos políticos de la más recalcitrante derecha se empeñen en llamarlos de otra forma ya no tienen forma de lograr que se los denomine de otra manera.

Todos saben que son así, se llaman así y se comportan así y solo la decadencia de valores que ha arrastrado tras de si el capitalismo hace que puedan caminar libremente por la calle y no estén presos por usureros.

Lo cierto es que estos... ¿señores, sujetos, individuos… cómo denominarlos? Deberían purgar prisión por agio, al menos eso decía una Ley de nuestra Nación que supongo aún debe estar en vigencia, pero que, caída del muro, muerte de las ideologías y epidemia neoliberal mediante se ha vuelto de difícil aplicación sin que desde los principales medios llamen a derribar al gobierno que la aplica por tirano.

Por estos días se ha comenzado a señalar que el fallo de Griesa, el juez de faltas neoyorquino que tiene la desfachatez de pretender juzgar a una Nación Soberana  (¿se imaginan ustedes que pasaría si un juez de Las Lomitas pretendiera enjuiciar a los Estados Unidos?) es impracticable.

¿Qué significa eso?

Habría que volver a ver o leer El Mercader de Venecia, esa genialidad literaria de William Shakespeare, un libro donde el protagonista del dilema es un prestamista usurero que quiere cobrarse de su deudor con una libra de la carne de este porque “le corresponde cobrar su deuda” y a quien finalmente un juez se cansa de tanta rapiña ordena cumplir la paga pero sin que se derrame una sola gota de sangre durante el “proceso de cobro” porque el contrato solo habla de carne.

Bien, sobre la repulsión de los actos de estos magníficos exponentes del alma del capitalismo ya nos hemos expresado lo suficiente y en verdad que no había mucho más que esperar, ya que ninguno de estos seres que acumulan miseria ajena en forma de capital sede un solo centavo por las buenas, sin embargo era esperable (¿o solo se trata de una ingenuidad de pare de quien esto escribe?) algún rasgo de hombría de su parte.

Sin embargo, uno de los medios que los alaban y vuelven héroes de la inmundicia humana, la revista económica norteamericana The Banker refleja además cuales son los valores de género que esta subespecie humana maneja.

En su edición de octubre The Banker muestra al jorobado y vetusto Griesa como parcial arbitro de un combate de box en el cual el potente Paul Singer con pantalones de barras y estrellas festeja haber colocado al borde del knoc  out a Cristina Fernández con ropa de boxeo color celeste y blanca.

Realmente es no solo chocante sino francamente asqueroso ver a un hombre festejando, ante público, como ha golpeado a una mujer y la ha puesto al borde de perder el sentido.

Cuesta imaginar el criterio moral de un ilustrador, un editorialista, un periodista y desde luego un lector que toma semejante acto reñido con la moral más elemental disfrutando tamaña aberración.

Cuesta imaginarlo porque es difícil concebir tamaña brutalidad. 

¿Será acaso que para los millonarios norteamericanos está bien golpear a quien sea, aunque se trate de una mujer para cobrarle sus carroñeras deudas? 

¿Será acaso que mientras el común de las personas consideramos intolerable la violencia de género para sujetos de la calaña moral de Singer Griesa y toda la caterva de especuladores y sus esbirros  es normal pegarle a las mujeres?


Existe aún hoy día en ciertos ambientes una máxima muy antigua que dice que “a las mujeres y a los viejos no se les pega con el puño cerrado”, parece que los millonarios aún no han llegado ni siquiera a esos arcaicos valores del machismo decadente.  

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