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» » EE UU el mayor violador de derechos humanos en casa y el mundo

(10/04/15 - USA)-.Washington presume de ser el que más cumple con los derechos humanos. Sin embargo lo que sufre su propia población y muchos países que han sido invadidos por el imperio, refutan práctica y teóricamente esa vanagloria.

Ya han comenzado en ciudad de Panamá foros paralelos a la VII Cumbre de las Américas que reunirá el 10 y 11 de abril a los presidentes de los 35 países del continente.

En esas reuniones de jóvenes, entidades sociales y empresarias se libran agudas discusiones políticas entre los defensores del orden norteamericano y los modelos neoliberales, de una parte, y la mayoría de quienes se ubican en posiciones afines a la integración e independencia de la región.

A modo de ejemplo, el Citibank tiene defensores en el foro empresarial porque la AmCham (Cámara de Comercio) y la Asamblea Empresaria Argentina, de Techint, Arcor y Clarín, llevarán allí la denuncia contra las medidas adoptadas por el gobierno argentino con el banco que pactó con los “fondos buitres”.

Fácil es adivinar de parte de quién estará Barack Obama si ese conflicto se llegara a colar en los diálogos de mandatarios…

Con ese trasfondo de la pelea con el Citi y el fondo delincuencial de Paul Singer fue que la Subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, fustigó “la mala forma” en que se encuentra -según ella- la economía argentina. Si no hubiera habido ese conflicto es posible que la nota de esa economía habría sido buena…

La Casa Blanca llega al istmo con ánimo pendenciero. Quiere armar bardo contra Venezuela, Cuba y otros miembros de la Alternativa Bolivariana de Nuestra América (ALBA). Contra Nicolás Maduro lanzó en marzo pasado una ofensiva por constituir una “amenaza inusual y extremadamente grave” a la seguridad de EE UU. Sobre el filo de la VII Cumbre aparecieron voceros de Obama para relativizar esa acusación. Lo único que falta es que argumenten que su orden ejecutiva fue “sacada de contexto”.

Cuba y los DD HH
Otro de los blancos de las delegaciones estadounidenses será Cuba. No será una tarea visible a cargo de Obama ni delegados oficiales, que negocian actualmente con La Habana una normalización de las relaciones. La labor sucia quedará a cargo de grupos, ONG y personajes disfrazados como “disidentes”, que critican a Cuba a tantos dólares por minuto, sin importar razones ni realidades.

Y en este caso, también contra el gobierno bolivariano de Venezuela, esos círculos alimentados por la USAID, la NED y otras pantallas de la CIA, agitarán la presunta violación de los derechos humanos en la isla socialista.

Si se tratara de un debate serio, la parte cubana no tendría problemas en sostenerlo con su contraparte estadounidense. Así lo han hecho en varias reuniones en La Habana y Washington los delegados isleños encabezados por Josefina Vidal al conversar con Jacobson y sus pares.

Lo que los cubanos no harán es discutir con mercenarios como la bloguera Yoani Sánchez y menos aún con terroristas como Félix Rodríguez Mendigutía, presente en Panamá. El ex ministro de Cultura de Cuba y actual asesor del presidente Raúl Castro, denunció que ese sujeto está acreditado a los foros de la Cumbre, en tanto 21 delegados cubanos, incluido él, hasta ayer no tenían sus credenciales. La agencia Prensa Latina precisó que Rodríguez Mendigutía “participó en la invasión de Playa Girón, estuvo implicado en el tráfico de armas y drogas en apoyo a la contrarrevolución nicaragüense y atacó embarcaciones civiles que transportaban mercancías a Cuba”.

El cronista cita a Wikipedia, para equilibrar las fuentes. Allí se prueba que Rodríguez estuvo en el asesinato del Che Guevara en Bolivia: “Mandé a Mario Terán que efectuara la orden. Le dije que debía dispararle (al Che) bajo el cuello ya que así podríamos probar que había sido muerto en combate. Terán pidió un fusil y entró a la sala con dos soldados: Cuando escuché los disparos anoté en mi cuaderno 1:10 pm, 9 de octubre de 1967”.

Imposible debatir de derechos humanos con criminales como ese. Por eso la delegación cubana se retiró ayer de la sesión inaugural del Foro Social.

En casa ajena
En Irak, invadido por EE UU en marzo de 2003, murieron aproximadamente un millón de personas en su mayoría civiles, según denuncias de organismos internacionales y la revista británica The Lancet.

En la invasión a Afganistán, anterior a esa, también la estadística de muertos es impresionante. “En el mortífero año de 2011 se registraron 7.837 víctimas civiles -3.131 fallecidos y 4.706 heridos-, un número menor de ciudadanos afganos afectados por la guerra que el total récord registrado en el año que acaba de finalizar” se leía en El Universal de México, el 8 de febrero de 2014.

En Afganistán, Pakistán y Yemen empezaron a provocar más y más muertos los ataques de aviones no tripulados, los drones, que han cobrado muchísimas víctimas según Amnistía Internacional y otras fuentes.

Volviendo a Cuba, en la parte que el imperio usurpa desde 1902 en forma ilegal y continuada, o sea Guantánamo, se mantiene abierta una cárcel con secuestrados por años sin causas judiciales ni abogados y muchos menos buenos tratos. Obama dijo en enero de 2009 que en un año esa cárcel estaría cerrada. A abril de 2015 esa promesa está incumplida y allí siguen 136 presos de la “guerra antiterrorista” de George Bush. En diciembre del año pasado había 142 pero el presidente uruguayo Pepe Mujica aceptó recibir a 6 de ellos. Mujica demandó ayer al gobierno de Estados Unidos que se haga cargo de los gastos de cuatro sirios, un palestino y un tunecino, refugiados en Uruguay, tras 12 años fondeados en Guantánamo. “Tienen que tirarles unas chirolas para poder vivir”, dijo el ahora senador, aumentando el bochorno de Obama.

Poco apego a leyes
El representante ruso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Vitali Churkin había declarado en diciembre de 2012 que “EEUU que se arroga el papel de líder en la lucha por los derechos del hombre pero se comporta de una manera pasiva en cuanto a su participación en los acuerdos internacionales correspondientes”.

Según Churkin, EEUU participa sólo en tres de los nueve acuerdos internacionales principales, vigentes en el ámbito de la promoción y la protección de los derechos humanos. Como esa data es de dos años y medios atrás, el cronista deja margen por si en el interín Washington firmó algún convenio más, por ejemplo la Convención sobre los derechos del niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, que no había suscripto.

El 7 de marzo de este año, al hablar sobre la crisis en Ucrania, Churkin habló ante el Consejo de Seguridad y volvió a pegar duro. Dijo que “todo el mundo sabe que donde llegan soldados estadounidenses, sólo acaban ocurriendo desgracias”.

En casa también
En la parte ríspida de las negociaciones entre Cuba y EE UU, cuando Jacobson declaró a la prensa que quería discutir con Vidal el tema de los derechos humanos, ésta aceptó el desafío. Dijo que la isla tenía opiniones contrarias a la discriminación de los afroamericanos, la represión policial en Missouri y el que las mujeres ganaran sueldos inferiores a los hombres por realizar el mismo trabajo.

La referencia a Missouri tenía que ver con el “gatillo fácil” policial en la localidad de Ferguson, en agosto de 2014, cuando un policía blanco, Darren Wilson, asesinó de seis disparos a un joven negro de 18 años, Michael Brown. Fue un caso emblemático, que motivó marchas de repudio a la discriminación y represión, que dieron un salto cualitativo y cuantitativo en noviembre de ese año, cuando un gran jurado no formuló cargos contra el policía represor. En ese momento se produjeron actos de protesta en 170 ciudades estadounidenses porque hasta Obama debió admitir que el asesinato del joven Brown no era algo aislado. La policía de Nueva York también quedó arrinconada por el crimen cometido por sus agentes contra Eric Garner, un vendedor ambulante al que asfixiaron con una llave o toma prohibida.

Esa serie de muertes no se va a agotar, en tanto subsistan las bases materiales, jurídicas y policíacas propias de un sistema tan injusto como el norteamericano. El último crimen, último por ahora, fue conocido ayer, 8 de abril. Sucedió en North Charleston, Carolina del Sur, cuando un policía blanco le metió cuatro tiros por la espalda a Walter Scott y luego de matarlo le plantó un arma, una vieja práctica de las policías al sur del Río Bravo. Afortunadamente un video aportado por un testigo mostró cómo fueron las cosas, porque por supuesto el policía había montado una farsa que inculpaba al muerto, al que quiso detener porque a su vehículo no le funcionaba una luz trasera.

Un país como EE UU, donde unos 80.000 presos pasan diez o más años en celdas de castigo, 23 horas al día, en celdas de 2.5 por 3.5 metros, sin poder hablar con nadie, no puede presumir de ser buen cumplidor de los DD HH. Luis Beatón, de Prensa Latina, escribió el 16 de enero de 2014, que “cifras oficiales indican que EE UU tiene el cinco por ciento de la población mundial, sin embargo alberga alrededor del 25 por ciento de los prisioneros del mundo, muchos en condiciones de hacinamiento”.

Habría que buscarle un lugar más adecuado a la Estatua de la Libertad…

*Por Emilio Marín, Contrainjerencia

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