"Estoy seguro de que el Congreso levantará inevitablemente el embargo que ya no debería estar ahí", declaró el presidente de EE.UU., Barack Obama, en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
Estoy seguro de que el Congreso levantará inevitablemente el embargo que ya no debería estar ahí, declaró el presidente de EE.UU., Barack Obama, en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
En este sentido, Obama, se mostró convencido de que "el cambio llegará a Cuba" y que a medida de que las relaciones entre ambos países se restablezcan, la medida se irá levantando, tras confiar de que el Congreso de EE.UU., terminará votando su desaparición.
Esta afirmación del presidente Obama, tuvo como reacción el aplauso de las delegaciones de los países miembros presentes en la reunión de alto nivel.
También, Obama, se refirió al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la isla caribeña, un proceso completado el 20 de julio pasado.
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo norteamericano, continúan las diferencias de su Gobierno con la isla, pero estas deberán ser tratadas con relaciones diplomáticas, y en medio de un incremento del comercio y de medidas que vayan poniendo fin al bloqueo.
En esta misma línea, está previsto para este martes que el presidente de EE.UU, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, se reúnan en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
Obama y Castro anunciaron el pasado 1 de julio el restablecimiento formal de sus relaciones diplomáticas y la reapertura de sus embajadas a partir del 20 de julio después de 54 años; anuncio que provocó la satisfacción de la comunidad internacional.
Cuba exige que el bloqueo estadounidense a la isla debe quedar sin efecto, a la vez que cuestiona que tales sanciones todavía sigan intactas.
El pasado 18 de septiembre, el Gobierno de EE.UU. informó de que está redactando una serie de nuevas regulaciones para eliminar numerosas restricciones a las compañías estadounidenses y permitirles abrir oficinas en La Habana por primera vez en más de medio siglo.
