Las mujeres hondureñas se congregaron en Tegucigalpa (capital) por una misma razón: ser escuchadas por las autoridades del Gobierno. Dicen solo pedir sus derechos; entre ellos el acceso a la tierra y salud.
Vinieron desde las comunidades más alejadas de su país. Muchas se convirtieron en cabezas de hogar por el asesinato de sus esposos en la defensa de sus tierras.
Las amenazas son constantes y varias, uno de estos casos es la intención del Gobierno y la empresa privada nacional y extranjera de construir proyectos hidroeléctricos sin la aprobación de las comunidades.
Las mujeres campesinas y afrodescendientes exigen mayor respeto y apoyo del Gobierno y que también se realicen consultas previas e informadas cuando se hagan intentos de realizar proyectos en sus comunidades.
Según cifras ofrecidas por la Vía Campesina, menos del 40 % de las mujeres en zonas rurales posee tierras para cultivo y mucho menos son sujetas a créditos bancarios para la producción agrícola de subsistencia o de comercio.
*Por Dassaev Aguilar, Hispan TV, desde Tegucigalpa
