Select Menu

Municipios

Latinoamerica

Sociedad

.

.

Argentina

.

Deportes

Internacionales

Cultura y Educación

» » Salta: Testigos ratifican que el Terrorismo de Estado fue previo al golpe

(07/12/16 - Lesa Humanidad)-.La sentencia en el IX juicio por delitos de lesa humanidad hecho en Salta recién se conocerá en la segunda quincena de marzo, informó el secretario de Derechos Humanos del Tribunal Oral Federal de Tucumán (que colabora con el TOF de Salta), Mariano García Zavalía, quien agregó que en las dos audiencias que se realizarían antes de fin de año se espera poder escuchar a todos los testigos que restan. Hoy por la mañana se realizó una de esas audiencias, centrada en el secuestro y desaparición, en la ciudad de Salta y en junio de 1975, cuando faltaban más de ocho mes para el golpe de Estado, del docente universitario Miguel Ángel Arra.

“La idea del Tribunal es terminar con los testimonios” en lo que resta de este año, indicó el funcionario judicial, aunque admitió que es posible que para las audiencias de febrero, después de la feria judicial de enero, quede “algún testigo puntual que no haya podido asistir a estas dos audiencias”.

La experiencia indica que suele resultar muy difícil lograr que se presenten todos los testigos convocados para cada audiencia. Influye mucho en ello que ya han pasado 40 años de los hechos que se investigan. 

“Para el año que viene nos quedaría la recepción de la prueba documental, es decir la incorporación por lectura, y ya la discusión final, los alegatos, con lo cual a fines de marzo podríamos estar arribando a un veredicto”, estimó García Zavalía. 

En lo que va de este debate, que comenzó en octubre de 2015, y se extendió durante todo este año con audiencias solo los lunes, ya declararon 101 testigos, y restan más de 20.
En este proceso se investigan actos de terrorismo de Estado cometidos entre abril de 1975 y septiembre de 1976, en perjuicio de 32 personas, 24 de las cuales permanecen desaparecidas; tres fueron asesinadas y cinco sobrevivieron a las detenciones y, en algunos casos, a las torturas.

Por estos hechos se juzga a seis hombres: quien fuera jefe del Ejército en Tartagal (y luego, ya en democracia y como general, de toda la fuerza), Héctor Ríos Ereñú; el ex jefe de la Comisaría de Embarcación, Arturo Madrigal; los ex jefes de Policía de Salta, Miguel Raúl Gentil y Virtom Modesto Mendíaz; el ex jefe de Seguridad de la Policía, Joaquín Guil, y el ex jefe del Escuadrón 20 Orán de Gendarmería Nacional, Diego Alejandro Varas. 

Ríos Ereñú, Gentil, Mendíaz y Guil ya fueron condenados por otros delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia.

En este proceso, que reúne expedientes sobre hechos cometidos en el norte provincial (Tartagal, Colonia Santa Rosa, Embarcación, General Mosconi, Aguas Blancas, Rivadavia Banda Sur), el centro (Orán), el Valle de Lerma (Campo Quijano y la ciudad de Salta) y el sur (Metán), se esclareció más sobre la organización gremial de los trabajadores rurales, cuya situación era de extrema orfandad en la década del 70, según recordaron varios testigos. 

Jóvenes que provenían de la Acción Católica y que resultaron influenciados por la realidad (como ocurrió con en los orígenes de las Ligas Agrarias en el Nordeste) fueron los impulsores de la organización de los peones rurales que trabajaban en los obrajes, los ingenios azucareros, y las fincas productoras de tomates, pimiento para pimentón y tabaco. 

De estos dirigentes quizás el más destacado fue Felipe Burgos (foto junto al gobernador Ragone), quien desde Campo Quijano fundó la Federación Única de Sindicatos de Trabajadores Campesinos y Afines (FUTSCA, que dio origen a la actual UATRE). Con una figura que recordaba a la Jorge Cafrune, guitarra en mano, Burgos recorría la provincia informando sobre derechos laborales. El gobierno de Miguel Ragone lo integró a su gabinete y facilitó con eso el crecimiento de la organización.

Se desplegaron delegaciones en otros puntos de la provincia, como en Colonia Santa Rosa, donde, entre otros, trabajaron en esa militancia que mezclaba práctica religiosa y política, Raúl Benjamín Osores, su pareja Asunción Pía Viltes y Benita Medina de Giménez, que ponía su casa para las reuniones. 

Más tarde Osores y Viltes fueron a Embarcación, a organizar otra delegación obrera. Contaban con la colaboración del área de Trabajo del gobierno de Ragone, donde cumplía funciones el militante peronista Juan Zoilo Melina. Con inspecciones en las fincas y reclamos para la registración de los trabajadores y que se les pagara un sueldo acorde al trabajo que realizaban, se ganaron el odio de los empresarios del campo. 

Burgos fue secuestrado y desaparecido el 6 de febrero de 1976, es uno de los casos que se ventilan en este proceso. Melina, que había participado de la resistencia peronista y había sido uno de los fundadores de la JP en el norte salteño, fue asesinado en circunstancias todavía no esclarecidas el 27 de febrero de 1976, en el viejo camino de cornisa que une a Salta con Jujuy. 

Viltes fue detenida el 24 de marzo de 1976. Osores escapó, anduvo escondido en los montes de Embarcación bajando de noche para alimentarse en la casa de la madre de un compañero, hasta que en abril se entregó a Gendarmería, que le había hecho llegar la falsa promesa de que iba a liberar a su pareja.

Desaparecidos Osores, Burgos, Benita Medina, El Loco Melina, y detenida Viltes, los peones tuvieron que refugiarse en las fincas, trabajar aceptando las condiciones de miseria y rogar para que no los buscaran también a ellos. Fue lo que hizo Efraín Villarroel, unos de los pocos sobrevivientes de aquel movimiento sindical. Confiesa que se escondió en una finca, y ahí esperó la vuelta de la democracia. Tuvo miedo, pero no tanto como para no guardar su carné de afiliado al sindicato rural, que exhibió ante el Tribunal cuando vino a hablar de sus compañeros desaparecidos o exiliados.

*Por Elena Corvalán, Telam

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Previo
Entrada antigua