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» » Familiares de pacientes fallecidos piden el cierre de la Clínica Colón de Calzada

(21/03/17 - Almirante Brown)-.Familiares y amigos de pacientes que han fallecido en la Clínica Colón de Rafael Calzada convocan a una movilización en reclamo del cierre de la misma por la atención que allí han recibido sus seres queridos.

"Engaños y maltratos; malas praxis; trabajo no profesional de los `supuestos` médicos y enfermeros/as; mala atención y organización por parte del personal; Mal mantenimiento de la clínica y falta de insumos" son los motivos que argumentan quienes plantean lisa y llanamente el cierre del establecimiento que, años atrás, ha pasado por conflictos similares.

En el marco de esta campaña y en reclamo de "Justicia por la vida y la salud de nuestros abuelos" es que mañana miércoles, a las 12 horas, se realizará una campaña para concientizar y luchas por las personas mayores frente al nosocomio, en la calle Colón 3263 de Rafael Calzada.

La historia de Nicolás Olivera contada por su nieta
El día 21 de Febrero mi abuelo Nicolás Olivera, salió a entregar las "gigantografías" que hacía para llevar unos pesos más a la casa. Él era jubilado, jubilado de los que tienen la jubilación más baja, y tienen que salir a trabajar por más que les duela la cintura por la edad, o simplemente tengan ganas de quedarse en la casa disfrutando las mañanas acompañadas de mates y galletas.
El jubilado Olivera siempre se la rebuscó para que la familia tenga todos los días el pan en la mesa, y para que a su hijo menor, de 14 años no le falte nada de esas cosas que a los adolescentes les gusta tener.
Esa mañana salió con él, con Facu, su hijo menor, a hacer la entrega. Fue hasta la calle Jorge, todavía no sabemos bien Jorge y qué esquina, porque ninguno supo decirnos bien por el trauma que generó el impacto. 
La calle Jorge es conocida en el Barrio San José, de Almirante Brown, como "la peligrosa", " la jodida". Para mi abuelo nada era peligroso, él tenía calle, él vivió durante años y años en ese barrio, él se metía en cualquier lado, pero lo que él no entendía es que los ladrones de ahora no son como los de antes.  
Ahí, en el barrio, le quisieron robar a mi abuelo, y el viejo se resistió porque él no tenía miedo, porque no quería que le saquen la cámara, sino no iba a poder seguir trabajando, no quería que le saquen sus cosas, porque para él tenían mucho valor, porque esas cosas le daban de comer a su familia. No pensó en ese momento que su vida valía más, y le dispararon, le dispararon en la pierna, a la altura del fémur y salieron corriendo "las larvas". Y ahí, en ese momento empezó todo este infierno, de idas y venidas, de peleas, de tristeza y de muerte.
Cuando a mi abuelo le disparan, un vecino llama a la policía, un patrullero se acerca y lo llevan al Hospital Arturo Oñativia de Almirante Brown. Ese día ingresa a la guardia del hospital, ahí le inmovilizaron la pierna y automáticamente, por tener PAMI, piden el traslado a la "Clínica Colón de Rafael Calzada".
Allí comenzaron sus peores días, ahí terminó sus últimos días de vida. Nos dijeron que mi abuelo al ser diabético debía estar unos 10 días aproximadamente con antibióticos para ser operado, para descartar cualquier infección, y que no rechace la prótesis. Eso lo entendimos y tratamos de ser pacientes, ser pacientes pese a la mala atención que recibía por parte de los médicos cuando estaba dolorido, pese a la poca paciencia de las enfermeras y el maltrato recibido por parte de ellas, pese a que no nos quieran decir qué medicación le daban porque decían que era "ilegal", pese a la falta de higiene y pese a ver todos los días como se llevaban la vida de hasta cuatro pacientes por día ¡en un solo pasillo!
El día de la operación levantó fiebre, no sabíamos por qué, solamente la bajaron con remedios y lo operaron igual. No tuvo complicaciones, o al menos eso era lo que creíamos, ya teníamos las muletas, y pensábamos alquilar una silla de ruedas para cuando saliera. A mi abuelo lo operaron el martes 7 de Marzo, le pusieron una prótesis en la rodilla y clavos, fuimos a verlo, hablábamos de política, hacía chistes como el acostumbraba, y planeábamos el asado que íbamos a hacer cuando saliera de ese infierno.
A los dos días comenzó a sentirse mal, le dolía el estómago, también tenía el brazo hinchado, esperó al cirujano, con miedo... porque siempre decían que iban a ir a verlo y llegaba el médico como a las dos horas. El cirujano traumatólogo le dió el alta para el lunes próximo porque decía que de la pierna estaba muy bien. Pero mi abuelo empezó a sentirse cada día peor, empezó a tener diarrea y dolor de estómago, los doctores le dieron algo para que no tenga más diarrea. Todo empeoró, se empezó a inflamar y a tener náuseas, el dolor era cada vez más agudo, así pasó todo el fin de semana, le daban un líquido que decían que lo iba a desinflamar, pero el ya no lo  podía ni tomar del dolor de estómago.
El lunes 13 de marzo tenía la panza como un globo, y ya no podía respirar del dolor, mi mamá estaba desesperada, estaba viendo como su papá agonizaba y como los doctores cuando llegaban a verlo, después de varias insistencias, sólo le daban palmaditas en la panza como cuando te querés fijar, sin saber realmente, si un bebés está empachado. Ese día lunes a la tarde mi mamá pide desesperadamente que le hagan una ecografía, (después de una operación cuando un paciente tiene un dolor de ese tipo creo que es lo más lógico), se ve que para ellos no, porque tardaron cuatro días en hacérsela desde que iniciaron sus dolores. Una hora antes de que le hagan la ecografía el doctor Casso nos decía que tenía "gases" que sólo tenía que despedirlos, para eso le iban a dar factor ag y hasta quería ponerle una sonda anal para que elimine esos gases. Mi mamá discutía con él y le decía que haga algo más, pero él simplemente nos ninguneaba por no saber sobre medicina. A las 22 hs recién le hacen la ecografía y el ecografista nos dice que tiene líquido, no nos dijo donde, en el intestino pensamos nosotros.
Seguimos esperando, de tener gases en una hora pasó a tener líquido y en un par de horas terminó casi sin pulso, y sin presión...era la madrugada cuando mi abuelo empezó a morir de a poco en la sala, lo llenaron de sondas, luego le hicieron una placa que nunca alcanzamos a ver. Con gritos de desesperación mi mamá llamó al doctor Blanco, (médico de guardia que lo "atendía"), "mi papá no respira, hagan algo, lo están dejando morir" le decía a las enfermeras y doctor.
Casi muerto, con repirador, lo trasladan a terapia, donde supuestamente recién al mediodía iba a verlo el cirujano. Desesperados, a la mañana pedimos que llegue lo antes posible el cirujano, quien aproximadamente a las 10.00 llegó, lo vió y nos dijo que nada podía hacer, que el estado de mi abuelo era crítico y no iba a poder resistir a una operación.
A las 12.00 apróximadamente mi abuelo murió, el día Martes 14 de Marzo de una infección generalizada
Dolor y tristeza es lo que tenemos en nuestros corazones, indignación es lo que me lleva a escribir esto hoy, y preguntas sin respuestas son cientas! ... ¿Puede una persona morir de gases? al menos eso era lo que el médico nos dijo unas horas antes de que muera, que sólo tenía gases. ¿ Por qué en la clínica nunca nos dijeron de que falleció? ¿ Es ilógico hacer una ecografía, placas, tomografía, análisis de sangre, ante un dolor agudo de estómago? (parecería que a ellos les cuesta mucho), ¿Por qué el resultado de la autopsia demuestra que mi abuelo murió por una "Infección generalizada"? ¿ Cuánto tiempo su cuerpo fue adquiriendo esta infección y por qué no hicieron nada para saberlo? ¿ Por qué nuestros ancianos tienen que pasar por esto? ¿ Por qué nadie los para? ¿ Por qué tanta impunidad en este país? ¿ Por qué ser un jubilado por PAMI es igual a ser atendido peor que a un animal? ¿Por qué alguien que trabajó toda la vida merece este final?
Tenemos muchas preguntas y ninguna respuesta... sólo queremos justicia, la vida de mi abuelo no me la va a devolver nadie, pero ya no quiero que cientas de familias vivan lo mismo. Hoy conocí una familia que pasó por lo mismo días posteriores al fallecimiento de mi abuelo en el mismo lugar, lamentablemente el dolor nos unió y queremos que todos lo sepan, que alguien haga algo. El director de la clínica dice que no se puede hacer una tomografía por cada persona a la que le duela algo...¿entonces para qué están? La salud se transformó en esto, en un negocio que no tiene piedad por nadie.
¡Por favor, que el Estado haga algo!
Noelia Alejandra Brizuela

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