Desde el 25 de agosto más de 410.000 rohingyas huyeron de Myanmar (Birmania) por la operación militar que lleva a cabo el Ejército birmano contra esta minoría étnica. Los campos de refugiados que el Gobierno bangladesí habilitó están saturados.
“El riesgo es relativamente alto”, dijo Dominique Legros, jefe del Departamento de Enfermedades Pandémicas y Epidemias de la OMS.
Legros precisó que su evaluación es preliminar y un grupo de expertos de la OMS viajó el lunes a Bangladés para estudiar la situación en el terreno.
El conflicto entre los rohingyas y la población autóctona, que lleva años produciéndose en el estado birmano de Rajine, ha experimentado en los últimos tiempos una escalada.
Los rohingyas se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rajine) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
