Se explico que en el 2017 ha habido deportaciones masivas de los países en mención, aunque se detalla que de los deportados no todos llegan a suelo salvadoreño con antecedentes penales, aunque algunos han tenido problemas con las leyes de los Estados Unidos por pasar un semáforo, orinar en vía pública, tirar basura y por otras faltas.
Se tiene conocimiento que de los Estados Unidos se deportaron 14,902 salvadoreños y de México 10,612.
De igual forma, Migración y Extranjería dijo que de otros países se deportaron a 53 connacionales, sin especificar de qué país fueron expulsados.
Sin embargo, al hacer una comparación de las deportaciones que se realizaron en los mismos meses con relación al 2016, en este año hay una disminución de un 48.6 por ciento, lo que indica que en el gobierno del expresidente Barack Obama hubo más deportaciones que en el periodo de Donald Trump.
Pese a ello, las autoridades salvadoreñas no se explican porque hay esa disminución, si Trump ha mantenido un discurso antiinmigrante.
Aunque organismos internacionales creen que las deportaciones han bajado porque hay menos personas que quieren emigrar a los Estados Unidos.
El Gobierno de Salvador Sánchez Cerén y algunos parlamentarios de todas las fracciones políticas, viajaron a los Estados Unidos para abogar por una renovación del Estatus de Protección Temporal (TPS), aunque se presume que ya no habrá otra renovación a partir de marzo del 2018, por lo que se espera que los congresistas otorguen la ciudadanía a la mayor parte de los salvadoreños que están amparados con el TPS.
El Banco Central de Reserva registró en el 2016 que en remesas ingresaron a El Salvador 4,576 millones de dólares, convirtiéndose en cifra record, lo cual representó el 17.1 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB).
